La “justicia” por mano propia, que parece estar de moda, tuvo otros tres hechos relacionados. El primero fue la excarcelación de Marco Nahuel Godoy, de 33 años, el remisero que mató de dos tiros

a Leonel Fabián Borruto, de 31, quien lo habría interceptado en la calle, con intención de robo, en la localidad de José León Suárez. El juez de San Martín Mariano Gramático mazzari lo dejó en libertad por entender que actuó en “legítima defensa”.

De todos modos, por el momento, Godoy seguirá imputado por el delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”. Sin embargo, el juez rechazó el pedido del fiscal Marcelo Sendot de convertir en detención la aprehensión del imputado.

El juez argumentó que “la legítima defensa descansa sobre el principio de que nadie está obligado a soportar lo injusto, y por tanto, el ciudadano que sufre una agresión ilegítima tiene derecho a ejercer el uso de la fuerza cuando el Estado no pueda actuar en forma oportuna y eficaz”. Con esto, Gramático dio por acreditado la versión que contó el remisero, quien dijo que le quisieron robar un chaleco y las zapatillas.

Mientras tanto, en Longchamps, unos vecinos detuvieron a un joven y lo retuvieron, tirado en el piso –al parecer, luego de golpearlo–, acusándolo de un supuesto robo. La escena del pibe en el suelo fue filmada, pero no la presunta golpiza ni el supuesto robo. En el audio, los vecinos le gritan al pibe “levantá la cabeza, puto” y le “desea” que vaya a la cárcel y que “lo violen”. Luego llegan dos móviles policiales y “detienen” a quien ya estaba detenido e indefenso.

El tercer caso, más leve, claro, ocurrió en una estación de servicio de City Bell, donde un playero le arrojó nafta a una persona que intentaba cometer un robo. Según la policía, el hecho ocurrió a las 6.30 de ayer en la estación de servicio ubicada en el Camino Centenario y Güemes.

De acuerdo con la versión, el supuesto ladrón hizo un disparo al aire y salió corriendo.