“No aparece como un reclamo puntual como ocurrió en 2004, cuando la inseguridad era con casos concretos. Ahora, la convocatoria es más amplia, el motivo queda claro pero desde lo abstracto, marchar contra la inseguridad, la injusticia, la corrupción”, sostuvo la investigadora del Conicet y el Instituo Gino Germani Mercedes Calzado, autora del libro Inseguros. El rol de los medios y la respuesta política frente a la violencia (ed. Aguilar). “Marchan en reclamo de una promesa que consideran incumplida. Es interesante observar que hubo otras promesas, como la mejora económica, el descenso de la inflación, también incumplidas pero no hay un reclamo que se intente visibilizar en estos casos.”

–Están convocando contra la inseguridad, la injusticia, la corrupción, convocan desde un significante mucho más amplio que lo que sucede en otros casos. Se termina generando una marcha por un descontento con las instituciones. Si comparamos con las marchas de 2004, que fueron convocadas desde situaciones particulares muy concretas y visibles, ahora, en cambio, la convocatoria es muy amplia, son historias muy distintas entre sí. Por un lado llama Carolina Píparo, por el otro Luján Rey. No es la violencia urbana, sino algo que parece más vinculado a los riesgos de vivir en una ciudad, como por ejemplo las Madres del Dolor.

–Son reclamos que no parecen tener puntos en común. ¿Cómo se entiende la convocatoria?

–En principio es interesante ver cómo se unifican esos reclamos que, en principio, no parecen tener puntos en común. El sentido de la convocatoria es amplio, por la inseguridad. En sí se reclama sobre cuestiones penales, porque cualquiera de estos riesgos, desde un asalto, hasta un accidente de tránsito, o como la tragedia de Once, parecen resolverse desde la cuestión penal, pero desde el reclamo de una intervención más dura que la que existe. La cuestión penal parece el modo actual de resolver el dolor. En esto se asemejan, se aúnan con el caso Blumberg. Pero, en cambio, se diferencian por el tipo de reclamo concreto, que con Blumberg consistió en modificaciones penales particulares. Acá no, no piden un cambio en el Código Procesal, no hay una causa específica.

–Durante la marcha se abucheó la adhesión de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Cuando se produjo la primera marcha de Blumberg, las Madres también enviaron su adhesión...

–En aquel momento hubo una intención de disputa sobre quién era el actor del otro lado de la vereda, si era la Bonaerense o si la Justicia corrupta o si el gobierno kirchnerista. Hubo una intención en la primera marcha, y en la segunda también, de disputar el espacio. Después, la figura de Blumberg fue desplazando a los demás y concentrando el reclamo sobre sí mismo. Ahora, en esta marcha que resulta muy heterogénea, habrá que ver que ocurre. Con el correr de los días se va a poder ver con más claridad.

–Resulta curioso que un reclamo por más mano dura se esté dando con un gobierno que hizo bandera con la mano dura.

–En algunos medios más afines al gobierno están planteando que el lugar de la inseguridad empezó a tomar más relevancia en la opinión pública. Creo que el año pasado disminuyó como problema central y apareció el problema económico, y en este último mes volvió a reaparecer como preocupación porque reapareció en los medios y porque en términos prácticos está dando vueltas de otra forma, más violencia en las fuerzas de seguridad... Si se le prometen cambios drásticos en un sentido y éstos no aparecen y mas bien puede que esté sucediendo lo contrario, en algún momento el reclamo va a reaparecer. Tal vez el tiro sale por otro lado, y en este reclamo quieren cobrar esa promesa de mano dura. Lo que es interesante es que hubo otras promesas como la de mejora económica, la baja de la inflación, pero no aparecen como reclamos que se intenten visibilizar. Es posible que en estos casos, son familiares de víctimas, de jóvenes fallecidos, hay una voz autorizada y una legimitidad que no va a tener el usuario de luz, es una voz legitimada que pasó por una experiencia por la que nadie quiere pasar. Son dos reclamos sociales que no pueden ser comparados. De algún modo hay que canalizar el descontento social, con una voz que no asume un posicionamiento político.

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