Tras la nueva embestida de la familia de Marela contra el fiscal del caso, Andrés Devoto, y las críticas a la investigación por parte del ministro del Interior, Gustavo Beliz, la Fiscalía salió a la contraofensiva. En ella, responsabilizó a la Policía Bonaerense de ocultarle información, lo que abona la hipótesis de la supuesta connivencia entre los negocios oscuros de los Sánchez con los efectivos de la Comisaría 1ª de Avellaneda.
La oficina de prensa de la Fiscalía de Cámaras del Departamento Judicial de Lomas de Zamora informó ayer, sobre la desaparición y posterior hallazgo del cadáver de Yesica Mariela Martínez, que la policía nunca informó al fiscal la sospecha sobre Héctor Sánchez, ni tampoco consta en el expediente que se hallan realizado tareas de rastrillaje ni pedidos de allanamiento para el lugar del crimen.
Según el parte de prensa, la fiscalía de Cámaras de Lomas de Zamora informó que las actuaciones por la desaparición de “Marela” fueron “iniciadas con fecha 19 de octubre de 2003 en la seccional de Avellaneda 1ª, dándose intervención al Tribunal de Menores 6 departamental y no al Ministerio Público Fiscal (UFI), que recién toma efectiva intervención por orden de la jueza de Menores, con fecha 24 de octubre”.
La familia de Marela repitió una y otra vez en estos días que desde el primer momento, Sánchez fue señalado como sospechoso de la desaparición. En el escrito, la fiscalía dice “que la identificación de Héctor Anselmo Sánchez la hace la seccional primera de Avellaneda con fecha 21 de octubre de 2003, sin comunicar esta circunstancia al señor agente fiscal, por lo tanto éste no dio ninguna orden respecto de dicha persona”.
Y se explicó: “Que desde el inicio de las actuaciones se recibieron y evacuaron más de ochenta líneas investigativas dando cuenta que la niña desaparecida se encontraba en diversos lugares de la provincia (de Buenos Aires) y de la Capital Federal, lo que importó más de 800 fojas de investigación”. Luego, la fiscalía desmintió versiones policiales al afirmar que “no existe constancia en el expediente de que canes adiestrados hallan realizado tareas de rastrillaje en el domicilio donde fueron encontrados los cuerpos de las dos femeninas”.
El viernes pasado, el día del hallazgo de los dos cadáveres en la casa del horror, el comisario Juan Soto admitió que la policía había hecho rastreos con perros adiestrados en la casa donde luego se encontró el espantoso cuadro. Es más: se supo que los perros llegaron al propio patio –y allí se quedaron– donde luego sería encontrado el cadáver de Marela. No obstante, fuentes cercanas al fiscal aseguran que “en ningún lado están documentados esos procedimientos de la policía”. “Si la policía entró a la casa fue ilegal porque no hubo ninguna orden judicial en ese sentido”, confió una fuente a la que tuvo acceso este diario.
En ese sentido, el comunicado entregado ayer a la prensa señala que “la orden de realizar perforaciones en el domicilio de la calle Deán Funes fue dada por el Ministerio Público Fiscal (a cargo de Carlos Hassan) con fecha 20 de febrero de 2004”. Y concluyó, como parte de la aclaración sobre las investigaciones realizadas, que “la Policía Federal Argentina colaboró con la investigación por medio de la sección Búsqueda de Personas desde el inicio de investigación”.