SOCIEDAD
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El fantasma del antidoping
El episodio cardíaco que Diego Maradona sufrió el 4 de enero de 2000 en Punta del Este, Uruguay, y que sacudió al mundo entero, se produjo, según sus médicos, por una ingestión de drogas que no era nueva en su vida, sino que databa de una década atrás. Es que su vinculación con las drogas se conoció mucho tiempo antes, más precisamente el 17 de marzo de 1991, cuando al término del partido que su equipo, el Napoli de Italia, venció 1-0 al Bari, por el torneo de la primera división de ese país, fue sorteado para el control antidoping. El 29 de marzo de ese año, la Federación Italiana de Fútbol difundió los resultados del análisis y la contraprueba efectuados a la orina de Maradona: la muestra presentó restos de cocaína.
Luego, el 20 de abril, el organismo deportivo italiano suspendió a Maradona por quince meses, pena que fue fijada hasta el 30 de junio de 1992. El 26 de abril del ‘91, efectivos de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal detuvieron a Maradona y a dos de sus amigos en un departamento de la calle Franklin 896, en el barrio porteño de Caballito. Los policías secuestraron estupefacientes que se habrían utilizado para consumo personal. Un día después, a las dos de la madrugada, la jueza Amelia Berraz de Vidal dejó en libertad a Maradona, previo pago de una fianza de 20 mil pesos. La Justicia no lo procesó por tenencia de estupefacientes, pero ordenó un tratamiento de rehabilitación. Pero el 19 de septiembre de ese año, a raíz del análisis positivo por consumo de cocaína efectuado luego del partido del 17 de marzo, la Justicia italiana condenó a Maradona a la pena de 14 meses de prisión en suspenso, más una multa de 3175 dólares. Ya en 1994, el 6 de abril, el juez Nerio Bonifatti, reemplazante de Berraz de Vidal, puso fin al tratamiento de rehabilitación de Maradona.
Ese mismo año, el 25 de junio, la Selección Nacional que participaba en el Mundial de los Estados Unidos derrotó 2-1 a Nigeria, por la segunda fecha del certamen. El sorteo determinó que Maradona debía concurrir para la prueba antidoping. Cuatro días más tarde, fuentes de la FIFA indicaron que en la orina de Maradona fueron hallados restos de cinco estimulantes derivados de la efedrina, sustancia prohibida para la práctica del fútbol profesional. El 30 de junio, la FIFA comunicó oficialmente que el análisis efectuado a la orina del por entonces jugador reveló la presencia de estimulantes.
Asimismo, el 24 de agosto la FIFA inhabilitó al futbolista por quince meses, que se cumplieron el 30 de septiembre de 1995, más una multa de 15 mil dólares. El 21 de septiembre, Maradona expresó su fastidio por declaraciones del flamante entrenador del seleccionado argentino, Daniel Passarella, quien opinó que le gustaría efectuar rinoscopias a los integrantes de su equipo.
En 1996, el 4 de enero, la revista Gente publicó una entrevista exclusiva efectuada a Maradona, en la que el futbolista confesó su adicción a las drogas. El 12 de agosto de ese año, el ídolo se embarcó rumbo a Suiza, repentinamente, para someterse a un tratamiento desintoxicante en la clínica La Prairie, de la localidad de Clarens. No hubo caso: el 28 de agosto de 1997, a Maradona volvió a darle positivo el control antidoping correspondiente al partido entre su equipo, Boca Juniors, y Argentinos, por la primera fecha del torneo Apertura, en lo que fue el antecedente del episodio de Punta del Este.
Después Diego se marchó a Cuba para desintoxicarse, hasta que ayer otra vez su salud sufrió un sacudón que conmovió a todos.
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