Como era de esperar, el crítico momento que atraviesa Diego Maradona mantuvo en vilo no sólo al deporte argentino sino también a lo más granado del deporte mundial. En países como Brasil o Uruguay se registraron notables muestras de tristeza y lo mismo sucedió en Europa.
Maradona fue el verdugo de Brasil en el Mundial de 1990, cuando un pase suyo terminó en el gol de Claudio Caniggia que significó la eliminación de los brasileños, pero ese recuerdo no impidió que Alemao, el volante de aquella selección que fuera además compañero de Diego en el Napoli, manifestara su “gran tristeza” por la situación.
“La gente común siempre mira al mito, al gran jugador que fue. Pero, para los que lo conocemos, esa internación duele mucho más, porque nosotros conocemos a la persona que es Maradona. Lo peor es que no podemos hacer nada sino hinchar por él”, dijo Alemao.
Branco, lateral de aquel equipo brasileño, se manifestó “muy conmovido” con el drama de su ex colega y rival. “Maradona es contemporáneo de todos nosotros, es un hombre joven, pese a ser un ex futbolista. Si en Brasil estamos todos entristecidos, me puedo imaginar cómo estará el ambiente en la Argentina”, expresó el ex jugador, quien dijo tener muchas esperanzas en que Diego logre “superar también esta dificultad”.
Otro contemporáneo brasileño de Maradona, el ex delantero Bebeto, manifestó su preocupación por el astro, con quien, según aseguró, mantuvo “una buena relación. Prefiero creer que él superará este momento. Confío en Dios lo suficiente para creerlo”, afirmó.
El uruguayo Ariel Krasouski, que jugó con Diego en Boca entre 1980 y 1981 y que ahora entrena al Miramar Misiones, manifestó que Maradona es “un gran muchacho al que la vida le jugó una mala pasada. Ojalá que pueda recuperarse rápidamente, aunque su enfermedad es muy complicada”.
Otro uruguayo que jugó con Maradona, Nelson Agresta, opinó que “lamentablemente volvió a Buenos Aires y le ocurrió lo mismo de años anteriores”.
En México, el país que Maradona deslumbró en 1986 en la conquista del título del mundo, el entrenador de la selección, el argentino Ricardo Lavolpe, afirmó: “Nadie lo aconsejó y se salió un poco de lo futbolístico. Ahí empezaron sus problemas; yo creo que los directivos debían guiar a los jugadores también en su vida privada, eso le pasó a Diego”, dijo Lavolpe, que calificó al astro como el mejor futbolista de la historia, muy superior al brasileño Pelé, porque éste sólo brilló en su país y en Estados Unidos, mientras que Maradona “lo hizo todo y ganó todo”.
“Nunca jugamos fútbol, pero sí participé en un partido de golf en el que Diego estaba, es lamentable verlo así, espero que se recupere pronto”, dijo a su vez el arquero Jorge Campos.
En Europa, el plantel del Barcelona, el club en el que Maradona jugó entre 1982 y 1984, deseó una pronta recuperación de Diego Maradona. “Diego ha sido uno de los mejores jugadores del mundo, que marcó toda una época”, dijo el arquero del equipo catalán, Víctor Valdés.
En Montecarlo, el tenista español Carlos Moyá, ex número uno del mundo y fanático del fútbol, opinó que “Maradona es uno de los mitos del deporte y uno de los futbolistas que más me han hecho disfrutar. Ojalá se recupere pronto”.