SOCIEDAD
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La plata que nunca aparece
Por H. C.
Durante el operativo en la villa Cri Cri, donde fue quemado el Peugeot 206 que desató la intervención policial y la detención de Leandro Santos, fugaron tres de sus cómplices. A Santos lo detuvieron a unos 200 metros del lugar, en la misma villa, cuando acudieron los refuerzos reclamados por los tres hombres de la DDI de Zárate Campana que habían intervenido inicialmente en el operativo. Pese a los refuerzos, sólo atraparon a Santos. Pero lo curioso del caso es que detuvieron al que tenía las manos vacías, mientras que los tres prófugos desaparecieron con los 200 mil pesos del rescate. Surgieron entonces algunas suspicacias sobre el destino de ese dinero.
“No, de ninguna manera –descartó las suspicacias un alto funcionario bonaerense–. Puede ser que en otros casos lo estén haciendo algunos, quedarse con el dinero del rescate. Pero en este caso, no. Con toda la presión desde el Gobierno, con los ojos de la prensa encima, en medio de la tormenta, con la atención de todo el mundo puesta sobre ellos, no. Definitivamente, no en este caso.”
La explicación es coherente. El fundamento para las suspicacias también: en el caso de Florencia Macri, la Federal detuvo sólo a dos de los integrantes de la banda. Ninguno de los dos tenía los 750 mil dólares pagados como rescate ni jamás los volvieron a encontrar. También ocurrió en el caso de Ana M. Normand, cautiva de la banda del Oso Peralta, detenido por el secuestro de Axel Blumberg. En ese caso, el cobro del rescate fue realizado por dos delincuentes. Sólo uno de ellos fue detenido. Adivine usted si tenía el rescate. Como ya publicó Página/12, hasta ahora, en ninguno de los grandes secuestros se recuperó un centavo.
Nota madre
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