Por P. L.

“La universidad pública sigue formando científicos valiosos”, comentó Mario Albornoz –director del Centro Redes y actual coordinador honorario del plan estratégico de la Secyt– respecto de la presencia del argentino César Bertucci en el equipo de la sonda que llegó a Saturno.
“Hoy la comunidad científica está en gran medida internacionalizada: los equipos de investigación de los principales países incluyen investigadores de diversas nacionalidades; los chinos y coreanos, por ejemplo, son muy valorados. El nivel de emigración actual entre los argentinos podría estar dentro de los márgenes de esta internacionalización; no configura necesariamente un éxodo, a diferencia de lo que ocurrió en 2002”, estimó.
Ese año, “hubo una caída monstruosa de la inversión argentina en ciencia y técnica: no sólo porque, a raíz de la devaluación, todos los valores se dividieron por tres, sino que además cayó en pesos: la inversión en ciencia y técnica estuvo por debajo del 0,4 por ciento del producto: 12 veces menos que en Brasil”.
Respecto de 2003, “los datos todavía no están disponibles; el Gobierno ha emitido señales de cambio; el aumento en los sueldos de los becarios es muy importante pero, como el mismo presidente Kirchner admitió, todavía estamos en el subsuelo”, observó el investigador.
En cuanto a lo específico de la investigación espacial, “la Conae ha desarrollado satélites, con tecnología nacional, que están en órbita prestando diversos servicios. En realidad todos los proyectos tecnológicos sofisticados, aunque no tuvieran utilidad inmediata, a la larga redundan en la producción y exportación de bienes con mayor valor agregado”, sostuvo Albornoz.