Cuando Roxana se separó, no le quedó otra alternativa que ir a vivir con sus tres hijas a un edificio de la calle Yatay al 400, que ocupaba junto con otras 40 familias. “Se me vencía el alquiler del departamento donde vivía y no lo podía seguir manteniendo”, señaló a este diario. Pero al ver que el remate era el destino final de su humilde departamento, ella y sus vecinos comenzaron a organizarse. De aquel momento pasaron ya 10 años. La cooperativa Yatay, formada por 15 familias, compró en Barracas un predio donde había una casa y hoy están en plena etapa de construcción de otras 15 más.
Mientras ocuparon el edificio, las familias que formaron la cooperativa ahorraron unos 25.000 pesos. Luego de varios años de reunir el dinero en un fondo común que tenían en un banco privado, los cooperativistas decidieron pedir un crédito por otros 25.000 pesos. Una vez obtenido, con la plata juntada compraron el terreno que hoy poseen en Barracas. Pasaron dos años más hasta que terminaron de saldar las deudas de la compra y comenzó la construcción de las 15 viviendas. Hoy se puede ver el esqueleto de las casas al ingresar al predio, en el que cada fin de semana se reúnen los integrantes de las familias para avanzar, mediante el mecanismo de ayuda mutua, en lo que en un futuro serán sus viviendas.