SOCIEDAD
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“Todos se enteraron”
Aunque en el fallo los protagonistas de esta historia aparecen con iniciales, en Necochea, donde sucedieron los hechos, todo el mundo supo quiénes eran. Es que un medio local difundió sus nombres antes de que se emitiera la sentencia. “Se trata de una comunidad pequeña –sostiene Armando Zelaya, abogado del acusado– y esto era motivo de risa de todos.” Para peor, ambos son relativamente conocidos: él es un ex gremialista de unos 65 años y ella, unos 20 años menor, trabaja en una confitería.
Según Zelaya, el video “es pesadísimo”. Debieron verlo en sede judicial, ya que su defendido declaraba durante la exhibición. También estaban presentes la denunciante y miembros del tribunal. “Ella hacía comentarios y era todo muy poco natural”, dice.
–¿Daba vergüenza?
–Daba vergüenza ajena.
Nota madre
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