Penes macizos. Los hay de diversas formas, tamaños, texturas y colores. Los hay dobles, que usan las lesbianas para jugar a penetraciones dobles. También vienen con arneses para sujetarlo a la cintura. Muchos varones juegan a ser penetrados por sus compañeras con este juguete sostenido por la pelvis femenina. En la mayoría de las culturas se han encontrado estos juguetes. Por ejemplo en templos griegos, romanos, hindúes.
Vibradores. Son máquinas eléctricas que funcionan con pilas o enchufados. Vibran con un ritmo acompasado. Según las mujeres que los utilizan en soledad, los más eficientes son los masajeadores comunes de cuerpo, que toman energía de la red eléctrica. Los vibradores deben utilizarse con suavidad; de lo contrario, los tejidos sensitivos del cuerpo pueden irritarse. Algunas personas utilizan una toalla entre el vibrador y la piel para rebajar la intensidad de la sensación.
Punto G. Un consolador o dildo para estímulo del punto G se elige por prueba y error. Los que tienen más probabilidad de éxito son aquellos que están curvados cerca de la punta, y consoladores con forma de pene con una cresta prominente en la unión del glande y el tronco. Algunas mujeres prefieren estimuladores delgados que puedan dirigir a un punto específico dentro de su vagina, otras prefieren llenar y estirar su vagina al máximo. Así, si usted quiere adquirir un dildo para estimular el punto G, prepárese para comprar y probar muchos. La mujer que use dildos en serio tendrá probablemente una colección de favoritos, en vez de uno especial. Como los estados de ánimo de las mujeres cambian, así lo hacen sus necesidades del dildo. A menudo, las mujeres empiezan con uno y pronto encuentran que tienen un cajón lleno. Algunas valoran sus colecciones.
Ayudas. Utilizar estas ayudas sexuales no es señal de ser liberal, como tampoco es signo de ser mojigato el rechazarlas para uso personal. Simplemente se expresa una preferencia dentro del contexto de las relaciones sexuales. Lo que cuenta es la forma en que se utilizan. Si se utilizan para añadir variedad y placer parece estupendo. Si sólo se utilizan para sustituir totalmente una expresión sexual, es importante que la pareja indague acerca de si existe un problema en sus relaciones.

Fuente: La nueva sexualidad de la mujer, de León Gindin (Ed. Norma).