Por P. L.

“¿Así que vos tomás Viagra pero solamente ‘con fines recreativos’? Vamos...”: esta respuesta queda plenamente habilitada por las observaciones del propio “padre del Viagra”, Irwin Goldstein, quien aclaró que quienes dicen o aun creen no necesitar el medicamento que toman “probablemente padezcan impotencia parcial”.
“Los problemas de erección son comparables con, supongamos, la tristeza: uno puede estar un poco triste, más o menos triste, no necesariamente muy triste”, comentó Goldstein.
Edgardo Becher –presidente del XI Congreso Mundial de Medicina Sexual, que celebra en Buenos Aires la International Society for Sexual and Impotence Research, ISSIR– advirtió que “mucha gente compra el sildenafil (Viagra) sin receta; se automedican y hacen un mal uso de la medicación”.
“Por de pronto, siempre es posible que la persona no necesite esa medicación, que por otra parte presenta efectos secundarios: dolor de cabeza, congestión nasal, trastornos gastrointestinales”, agregó Becher.
El especialista argentino señaló que “la primera causa de consulta por dificultades sexuales en el país es la disfunción eréctil. A partir del Viagra, la cantidad de consultas aumentó mucho y se modificó la actitud de los pacientes: antes se presentaban con mucha vergüenza o directamente no consultaban.”