Ante los casos de masacres como la ocurrida ayer en la escuela alemana Johann Gutenberg del Estado de Turingia, resuenan en la memoria los penosamente acostumbrados homicidios múltiples que cada tanto ocurren en Estados Unidos. A continuación, tres de las últimas masacres de este tipo que conmocionaron a la opinión pública estadounidense y mundial:
- El 25 de marzo de 1998, dos chicos de 11 y 13 años ingresaron, vestidos con ropa militar y portando dos rifles automáticos y cuatro pistolas, al colegio secundario Westside Middle School de Jonesboro, en el Estado de Arkansas. Una vez dentro del establecimiento, al que concurrían 250 alumnos, y a una distancia de 100 metros de los estudiantes, los pequeños atacantes dispararon a mansalva hiriendo a más de 15 personas, entre ellas cinco alumnas y una profesora, quienes finalmente fallecieron.
- Un año después, el 22 de abril de 1999, Eric Harris, de 18 años, y Dylan Klebold, de 17, ambos veneradores de Hitler y armados con pistolas, carabinas y explosivos caseros, atacaron a sus compañeros de la Columbine High School de Denver, en Colorado. El resultado fue más que trágico: 13 personas muertas –en su mayoría estudiantes– y 20 heridas. Consumado el objetivo, los jóvenes se suicidaron en la biblioteca del lugar.
- El 17 de enero de 2001, un estudiante recientemente expulsado de la Alpalachian School of Law de Virginia protagonizó un caso de triple homicidio en su ex colegio. Aquel día, Peter Odighizuma ingresó por la tarde al comedor del establecimiento y abrió fuego contra casi 300 personas, tres de las cuales fallecieron. Las víctimas fatales fueron el decano de la escuela, Anthony Sutin –funcionario del departamento de Justicia bajo el gobierno de Bill Clinton–, un profesor y un alumno.