“El Programa Nacional de Prevención de la Trasmisión Vertical (madre-hijo) del VIH se cumple en más del 90 por ciento en Ciudad de Buenos Aires y en Rosario, pero hay dificultades en el conurbano bonaerense”, advirtió Rosa Bologna, jefa de infectología del Hospital Garrahan.
Hoy “la tasa de trasmisión al recién nacido no supera el uno o dos por ciento en las mujeres con VIH”, señaló la especialista: la condición es que la embarazada se haga un tratamiento “que actualmente consiste en la misma combinación de drogas que se aplica en general”, y que por lo tanto le sirve también a la madre para mantener el virus bajo control. “El embarazo no se contraindica en mujeres con VIH”, recordó la profesional. El Programa provee los análisis y los medicamentos, pero “en el conurbano bonaerense no está suficientemente organizado –señaló Bologna–: lo primero es que la mujer controle su embarazo; y hay que ofrecerle el estudio y hacerle conocer su importancia; explicarle que, si llega a estar infectada, hay recursos para reducir a un mínimo el riesgo de trasmisión; también es importante tomarle la muestra para el análisis en el mismo lugar donde ella consulta; a veces derivan a las embarazadas a otros lugares, y para muchas viajar no es fácil, y se pierden, y nacen chiquitos con VIH”.