En el caso de Titán, el desgastado latiguillo de “ver para creer” no se aplica del todo. Es que la experiencia de asombro no se completa con ver las fotografías. Hay que escuchar cómo “suena” Titán (y se puede hacer en www.planetary.org/sounds/huygens_sounds.html). Durante el descenso de la Huygens, el micrófono de a bordo no registró truenos o lluvia pero sí un ruido constante como de un ventarrón fuerte azotando la sonda.
Ahora bien, la Huygens no es ni por asomo la última misión de la ESA. En 2005, la agencia espacial cuenta con un presupuesto de 2977 millones de euros para financiar nuevas misiones. Entre ellas destacan: la Venus Express (que despegará el 26 de octubre y estudiará la atmósfera venusina); Smarks 1 (un satélite que se enviará a la Luna); Darwin (una sonda que investigará si hay vida fuera del Sistema Solar); Gaia, una nave que hará un mapa tridimensional de la Vía Láctea. También se prevén los lanzamientos de los supertelescopios Kepler, Herschel, Planck y el Terrestrial Planet Finder para detectar planetas extrasolares; sin contar la sonda Messenger, que llegará a Mercurio en 2011 y la New Horizons que emprendrá en 2006 camino a Plutón, el único planeta en no ser visitado por una nave humana.