En una movida que claramente contradice la intención del gobierno de George W. Bush de dar garantías a los portadores de armas de fuego, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, anunció ayer un plan de un mes de duración por el cual el Departamento de Policía pagará 100 dólares a cambio de armas de ataque como parte de los esfuerzos por disminuir el reciente aumento de los tiroteos en la ciudad. Bloomberg dijo que las cifras son “preocupantes”, a pesar de que hubo un significativo descenso de homicidios y de otros crímenes, y un aumento de arrestos por posesión de armas.
Hasta el domingo pasado, los enfrentamientos armados aumentaron en un 22,3 por ciento en la ciudad respecto del mismo período el año anterior, con 498 tiroteos ahora y 407 tiroteos entonces. El número de víctimas también aumentó: 572 casos este año respecto de los 445 del año anterior (28,5 por ciento). La policía usó por primera vez la estrategia de compra armas a portadores anónimos a comienzos de la década del ‘90, durante el gobierno de Bush padre. Otro plan similar, de 30 días, a mediados de julio de 1999, resultó efectivo: los tiroteos disminuyeron en un 15,8 por ciento en el mes posterior a su implementación. Los funcionarios dijeron que este tipo de programas está destinado a los no criminales que tienen armas en sus casas y a los padres que encuentren que sus hijos tienen armas.