SOCIEDAD
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Como en el Caso Cabezas
Por R. K.
No son pocos los que creen que el crimen de Mauricio Ponce de León se parece por su metodología al de José Luis Cabezas. En el caso del periodista, se trató de policías que contrataron a una banda de ladrones –Los Horneros–, los llevaron hasta la Costa y allí cometieron el asesinato del fotógrafo. ¿Por qué matarían a alguien a pedido de los policías? Porque éstos los tenían agarrados en distintos delitos y los amenazaban con meterlos presos.
En Chascomús, Eva Casco, madre de uno de los detenidos, Néstor Nicolás Bustingorri, denunció judicialmente que su hijo y otros menores robaban para un oficial de calle y otros dos policías. La mujer declaró que varios menores de apellidos D, C, el apodado El Chuqui y otro apodado El Bala, eran la mano de obra del robo en casas sólo habitadas durante los fines de semana. Tal vez una prueba contundente es que a Bustingorri lo detuvieron en un Peugeot 405 y con elementos robados (ver nota central). A Bustingorri se lo conocía en Chascomús como El Arquitecto, porque “hacía (robaba) casas”, y que anduviera en ese vehículo demostraba el nivel de impunidad que tenía.
En el caso Cabezas, la Justicia señaló como gran instigador a Alfredo Yabrán, que usó a los policías y éstos a los ladrones. Aquí la pregunta planteada es quién estuvo realmente detrás del asesinato de Mauricio, porque está claro que los que hoy están detenidos fueron mano de obra al servicio de alguien.
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