“He visto a gente muy humilde gastar el poco dinero que tiene en comprarles a sus hijos un envase supuestamente de yogur, de apenas 30 centímetros cúbicos, porque han visto en una propaganda de televisión a un pediatra recomendarlo asegurando que ‘tiene todo lo necesario para permanecer sano’: así engañados, estos padres se privan de emplear su dinero en alimentos naturales mucho mejores y más baratos”, denunció Elsa Longo, titular de Educación en Nutrición de la UBA, en el marco del Congreso Internacional de Alimentación y Sociedad.
Para esta especialista, “la prevención de la obesidad debe plantearse desde edades muy tempranas y con especial intervención del sistema educativo: los chicos deberían adquirir una formación crítica como consumidores desde el jardín de infantes, y debería serles impartida en términos prácticos”.
“No se trata de que el chico conozca técnicamente cómo debe ser una dieta –explicó–, sino de que aprenda a seleccionar los alimentos, a elegir en el mercado; en la escuela debería haber talleres de cocina para que los chicos y las chicas aprendan a cocinar para sí y para sus hermanitos.”
En la cátedra de Educación en Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA disponen de un recetario que permite a una familia de cuatro personas lograr una alimentación equilibrada con 150 pesos por mes.