SOCIEDAD
• SUBNOTA
Construirán un espacio en memoria de las víctimas
Estará frente a lo que fue Cromañón y junto al santuario de Once. La decisión fue consensuada entre los familiares y el gobierno nacional.
El futuro espacio donde se recordará a las 194 víctimas de Cromañón ya tiene forma. Será un “memorial” que tendrá su lugar en un predio del Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (Onabe), lindero con los terrenos del ex ferrocarril Sarmiento y que está ubicado en Bartolomé Mitre y Ecuador, frente al boliche incendiado y al lado del santuario instalado desde el día de la tragedia de Once. Página/12 tuvo acceso al croquis del proyecto cuya fase inicial de obras comenzaría el próximo lunes para culminar, en una primera etapa, en 90 días, según precisaron a este diario fuentes oficiales. Los familiares apoyan la iniciativa.
La plaza seca –una forma habitual de homenajear a víctimas de masacres o catástrofes– se levantará en el predio adyacente al santuario de Once. Tendrá 62,53 metros por 11,79, con un acceso por la esquina de Ecuador y Bartolomé Mitre. Sobre esta última se abrirán vanos enrejados en la pared ya existente y desde los cuales se podrá ver al interior del espacio a cielo abierto, en cuyo centro se instalará una piedra fundacional con bancos de cemento a sus laterales. Sobre la pared opuesta a la vereda se instalarán paneles fenólicos con los nombres de las 194 víctimas.
Al momento de su construcción, los objetos de culto que actualmente están en el santuario serán inventariados por un escribano público para luego colocarlos en una vitrina adentro de la plaza seca. Pero, al parecer, el proyecto tendrá variaciones, porque algunos padres propusieron que también se planten 194 árboles nativos que serían donados por la Administración de Parques Nacionales. Lo seguro es que cerrará de noche.
El terreno pertenece a un viejo estacionamiento lindero al edificio de la terminal ferroviaria de Once. Tiene un acceso por Bartolomé Mitre y Ecuador, y otro por un lavadero de la estación. El lugar está cerrado por un viejo y enorme portón de chapa y hasta hace unos días fue un basural. El Onabe ya lo limpió: sacó 48 camionadas de tierra con escombro y basura. El terreno quedó limpio y con el piso de tierra a la vista. Según estimaron ante este diario autoridades del organismo estatal, “si el clima lo permite, las maquinarias y los obreros comenzarán a trabajar el próximo lunes para culminar en dos o tres meses”, como plazo máximo estipulado. La obra definitiva será ejecutada luego de un llamado a concurso que estaría en manos de la Sociedad Argentina de Arquitectos.
“Es una buena propuesta porque va a poner en un lugar muy digno la memoria de nuestros hijos. Y lo mejor del proyecto es que no es definitivo sino transitorio hasta el llamado a concurso”, resaltó el abogado y padre de Tomás, José Iglesias. En diálogo con Página/12, reconoció que varios familiares impulsaron la idea y se encargaron de las gestiones para su concreción. La propuesta formal fue lanzada durante una reunión que el 23 de mayo mantuvieron el titular de esa cartera, Aníbal Fernández, y algunos familiares de las víctimas. A esa reunión le siguieron otras con miembros del Onabe, que cedió el terreno y prestó a sus arquitectos para que diseñaran el anteproyecto en consenso con los criterios señalados por los padres. La gestión y la obra inicial –no la final– están en manos del Onabe y los gastos corren por cuenta del Estado.
La propuesta dispara dos temas paralelos. Si bien el trabajo se hizo con el consenso de algunos padres, el proyecto podría modificar la intención de levantar un “museo de la memoria” dentro del boliche de la tragedia. En diálogo con este diario, el abogado querellante Fernando Soto estimó que “es posible que esto sea una manera de diluir la idea de expropiar el boliche para hacer el santuario”. Por el contrario, el abogado Javier Miglino opinó que “esta obra complementa mi idea del museo de la memoria; por lo tanto, la apoyo”. Pero la integridad del edificio de Cromañón sigue bajo la custodia del juez Julio Lucini porque aún restan los peritajes complementarios para confrontar los datos ya conocidos.
El otro tema es la apertura de Bartolomé Mitre, sobre la cual está Cromañón. Miglino reconoció que en la última reunión con el ministro Aníbal Fernández éste habría manifestado la necesidad de abrir el paso de la calle cerrada desde la tragedia. Según los abogados consultados por este diario, esa calle está en condiciones de abrirse sin que esa medida provoque perjuicios al edificio de la tragedia.
Soto remarcó que se consultó a los familiares, pero “no a los sobrevivientes sobre el memorial”. No obstante, destacó que “es importante que haya un lugar que recuerde permanentemente la tragedia, tal como se recuerda a las víctimas de la AMIA en Plaza Lavalle”. Por su parte, Miglino justificó su “apoyo” al memorial porque pondría un poco de orden en el santuario, que pareciera ser tierra de nadie. Algunos de los que están no son ni sobrevivientes ni víctimas, tal vez gente de buena voluntad que va a pasar horas y días allí.
Informe: Adrián Figueroa Díaz.
Nota madre
Subnotas