“Por supuesto, estamos muy contentas con la boda que se celebró en España –comentó María Rachid, integrante de Fulanas, Centro Comunitario para Mujeres Lesbianas y Bisexuales–; en la Argentina, estamos trabajando por una unión civil que nos garantice los mismos derechos.”
“En los próximos meses se presentará un nuevo proyecto, preparado por la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) con el apoyo de organizaciones gays, lésbicas y transexuales de todo el país –anunció la activista–: la idea es que sea suscripto por legisladores de distintos sectores políticos, y presentarlo al mismo tiempo en las cámaras de Diputados y de Senadores.” Se prevé que el proyecto incluya la posibilidad de adopción por parejas del mismo sexo.
El criterio de pedir unión civil y no matrimonio “se plantea desde dos perspectivas: muchos prefieren crear una nueva figura que no tenga toda la carga opresiva del matrimonio. También entre los heterosexuales cada vez menos parejas eligen casarse y muchas parejas heterosexuales optaron por la unión civil aprobada en la ciudad de Buenos Aires”, señaló Rachid.
La segunda razón para solicitar la unión civil “es, atendiendo a la connotación religiosa que tiene el matrimonio, dejárselo a la Iglesia y proponer otra cosa que se refiera específicamente a los derechos que nos interesan. De todos modos, sea cual sea la estrategia, la Iglesia se va a oponer, y habrá que enfrentarla”, advirtió María Rachid.