La decisión judicial que denuncia la azafata encierra el dilema que enfrentan muchas mujeres separadas o jefas de hogar y es cómo conciliar trabajo y maternidad. Para la dirigente gremial Alicia Castro, la resolución es “machista y sexista”. “Hay una tendencia permanente a censurar el trabajo productivo de las mujeres: se parte del supuesto de que al ingresar al mercado laboral, los hombres hacen carrera y las mujeres abandonan el hogar”, analizó la investigadora Laura Pautassi, integrante del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). “Si bien es cierto que la capacidad reproductiva es inherente a las mujeres, en Argentina como en el resto de Latinoamérica no se impulsan normas que faciliten la conciliación del trabajo y la familia, como sería la provisión de guarderías u otros servicios de cuidado infantil desde el Estado o en compañías del sector privado”, agregó Pautassi, especialista en políticas sociales y género.