SOCIEDAD
• SUBNOTA › EL IBARRISMO SE MOSTRO EXULTANTE Y RECHAZO CRITICAS DE IGLESIAS
El próximo paso, mesas en las calles
› Por Santiago Rodríguez
La concentración que reunió a más de doce mil personas en contra del juicio político a Aníbal Ibarra resultó –dicho por ellos mismos– “una inyección de energía” para los ibarristas, quienes con los ánimos renovados se dedicaron ayer a definir sus próximos pasos con un ojo puesto también en la reacción de los familiares de Cromañón encabezados por José Iglesias frente a las versiones surgidas en Tribunales. En el entorno de Ibarra rechazaron la acusación del abogado y padre de una víctima. Sin desatender la pelea en la Legislatura, donde hoy se reunirá la Sala Juzgadora que tiene en sus manos su destino (ver aparte), Ibarra seguirá con sus apariciones públicas y su gente saldrá con mesas a la calle el próximo fin de semana para instalar la idea de que “el tema que se discute es la destitución del jefe de Gobierno”.
Como se volvió habitual desde que los legisladores lo suspendieron para someterlo a juicio político por el incendio de República Cromañón, Ibarra amaneció con declaraciones e insistió en que es Mauricio Macri quien pretende destituirlo. “Mucha gente se dio cuenta de un día para otro que yo estaba suspendido y que habían cambiado al jefe de Gobierno y empezaron a llamar a los programas y a mandar mails”, dijo acerca de quienes anteayer se manifestaron en contra de su enjuiciamiento. También aseguró que se sorprendió “al ver a muchos de ellos concentrados para defender su derecho a voto y a rechazar cualquier manipulación del dolor”.
Ibarra se dedicó después a hacer un repaso de la situación junto a sus colaboradores y a analizar el impacto de la concentración. “Hay mucho entusiasmo porque la manifestación generó una inyección de energía en las líneas medias del gobierno”, contó a Página/12 uno de los hombres que intercambió opiniones con Ibarra.
En la Jefatura de Gobierno tampoco pasaron por alto que “a Kirchner le debe haber causado buena impresión” y remarcaron que “no hay dirigente en la ciudad que tenga hoy esa capacidad de movilización” y que “nadie durante la campaña pudo juntar esa cantidad de gente en un acto”.
La satisfacción del ibarrismo por la magnitud de la movilización no sólo tiene que ver con la mejora en el ánimo de la tropa y con la lectura que puedan hacer en la Casa Rosada, sino también con su trascendencia en la estrategia de Ibarra de sacar la discusión sobre su futuro de la Legislatura e involucrar al conjunto de la sociedad. “El objetivo es instalar fuertemente entre los vecinos que acá se está discutiendo la destitución del jefe de Gobierno”, repiten a su lado.
Los ibarristas no dejarán que se diluya el hecho de que más de doce mil personas manifestaron en la calle y el fin de semana instalarán mesas en los barrios. Allí hablarán con los vecinos y les entregarán material de mano. Uno tendrá los mails de los 15 legisladores que deben juzgar al jefe de Gobierno y propondrá que les envíen su opinión; otro reproducirá las opiniones de los actores sociales que apoyan la continuidad de Ibarra.
Desde la Jefatura de Gobierno también salieron al cruce de Iglesias por haber atribuido a Ibarra las versión de que fue su hijo el que prendió la bengala . “Eso surgió en Tribunales y vincular a Ibarra está tan alejado de la realidad como atribuirle toda la responsabilidad de lo que pasó en Cromañón”, aclaró un funcionario porteño y añadió que el propósito de Iglesias es “interrumpir la aparición mediática de los padres que plantean posiciones diferentes a las de su grupo”.
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