“Le ganamos, Marcos les ganó.” Con un grito, sin llantos en los primeros momentos, Elsa Schenone, la mamá del chico asesinado hace casi tres años, celebró la sentencia condenatoria, aunque luego comentó con dolor: “Está bien 25 años, pero hubiéramos querido un poquito más, aunque ni mil años de cárcel nos quitan la pena de una muerte injusta”. Apenas finalizado el juicio, los padres y los hermanos de Marcos Schenone, acompañados por familiares y amigos, marcharon hasta la Catedral de San Isidro, donde asistieron a una misa. “Ahora tenemos que rezar un Ave María, porque eso nos mantiene fuertes”, dijo a Página/12 la mamá del chico Schenone.
A su lado, Mariano Schenone, uno de los tres hermanos de Marcos, no podía ocultar ni sus lágrimas ni su bronca. “Veinticinco años pueden parecer mucho, pero no lo son. Yo voy a vivir más de 25 años, lo que significa que en algún momento me voy a cruzar de nuevo con cualquiera de los Conzi y eso es algo que no podría tolerar. Son unos cobardes, son capaces de disparar por la espalda, pero ninguno de los dos estuvo presente hoy para escuchar la sentencia.”
En la sala estuvo presente el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde. También asistieron las Madres del Dolor, entre ellas las madres de los chicos asesinados en el barrio de Floresta, la mamá de Christian Schaerer, secuestrado hace dos años, familiares de las víctimas de República Cromañón y de la Asociación de Víctimas de Casos de Impunidad sin Esclarecer (Avise).
Dentro de la sala de audiencias, después de las tres horas de lectura del fallo condenatorio, los padres de Schenone se abrazaron con los fiscales Gabriela Baigún, que actuó en el juicio oral, y Mario Kohan, que tuvo a su cargo la instrucción de la causa. La fiscal Baigún lloró durante el emotivo abrazo. “Me voy en paz porque tengo preso al asesino de Marcos. Estoy en paz, a pesar de lo que nos han hecho. Conzi está preso como deben estar todos los asesinos”, dijo Elsa en su primer contacto con los periodistas, segundos después del fallo. Eugenio, el papá de Marcos, dijo que son “una familia respetuosa de la Justicia, por eso vamos a respetar los años que le dieron”. Y se le quebró la voz.
Entonces, Elsa volvió a tomar la palabra: “Que Conzi nunca se olvide que lo condenó el pueblo argentino, a cinco, a 25, a mil años, pero el que lo condenó es el pueblo”.