SOCIEDAD
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Tras la denuncia, pasajes
› Por Mariana Carbajal
El mismo día en que declararon ante la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dos dominicanas víctimas del tráfico recibieron insistentes llamados de la embajada de su país en Buenos Aires, comunicándoles que la sede diplomática ya tenía listos sus pasajes para regresar a Santo Domingo, según pudo saber Página/12. El interés de la embajada les llamó la atención. El 21 de abril, las dos se habían presentado en el Consulado –que funciona en el mismo lugar que la embajada– y denunciaron a su compatriota Máxima Pérez Matos como la cabecilla de la organización delictiva que en diciembre las trajo engañadas al país, prometiéndoles un trabajo decente y luego instándolas a prostituirse. Después de realizar la denuncia, ninguna de las dos tuvo más noticias de la sede diplomática. Ambas, en su declaración dieron detalles del accionar de la supuesta banda, que es idéntico al utilizado en el caso de Miranda (ver nota central).
Hay otro punto que es llamativo. Después de la publicación en este diario de varios artículos que vinculan a Máxima Pérez Matos con la cónsul dominicana Amanda Cabral y dos asesores culturales de la embajada, la misma cónsul se presentó en la oficina de la OIM y entregó una serie de denuncias supuestamente de víctimas del tráfico recibida en la sede diplomática. Según pudo saber este diario, ninguna de las denuncias presentadas involucra a Máxima Pérez Matos.
En total, fueron cinco mujeres y un varón los que el viernes reseñaron en la OIM cómo fueron traficados a la Argentina. Página/12 habló con la mayoría de ellos. Todos acusan a Pérez Matos y señalan vínculos entre ella y la embajada.
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