Antonio y Claudia saben que un papel es muy frío para transmitir sentimientos. Pero como la hija que están buscando todavía no aceptó conocerlos, resolvieron escribirle una carta para tratar de convencerla de que les permita, al menos, tener un encuentro para poder conversar con ella. La carta se la enviaron en las últimas horas a través del Area de Menores de la Suprema Corte. “A mí me gustaría que ella sepa las cosas mirándonos a los ojos. Porque los ojos no mienten. Queremos que ella sepa que siempre la buscamos, que la necesitamos, que la extrañamos y queremos abrazarla”, dice Antonio profundamente conmovido.

La carta para María de los Angeles la escribió Antonio: “Sueño todos los días en poder hablar con vos frente a frente... Quiero que vos descubras la familia que tenés, que siempre te lloró, que te echó de menos... Vos no podés negarte el derecho de saber tu verdad, tus raíces... Nosotros no aspiramos a ocupar el lugar de nadie ni juzgar a nadie... Sobre vos borraron todas las huellas, sin embargo Dios quiso que te encontráramos... Decidí vos la forma en que nos encontremos... Te quiero mucho, te amo, te necesito, te necesitamos...”, dice el texto, de cuatro páginas que Antonio se atreve a leer ante Página/12, poco antes de dejarlo en manos de la prosecretaria del máximo tribunal provincial, Stella Testoni.