La Red Alto al Tráfico y a la Trata de Niños, Niñas y Adolescentes se formó en 2006. La crearon un grupo de ONG, preocupadas por la situación de la niñez en Misiones, donde el reclutamiento de chicas para redes de prostitución y la venta de bebés están naturalizadas. Entre las organizaciones que la integran, está el Centro Integral de Rehabilitación Social Argentino (Cirsa), una entidad que integra el Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que encabeza Estela de Carlotto. “La trata y el tráfico de niños, niñas y adolescentes es la suma de violaciones de derechos humanos. Es un problema que afecta a muchísimos chicas y chicos en el país. Es una obligación del Estado y responsabilidad de todos desarrollar acciones conjuntas destinadas a la protección integral de las víctimas garantizando su pleno derecho y desarrollo, como lo establece la Convención sobre los Derechos de los Niños y la nueva ley nacional 26.061 de Protección Integral de la infancia”, dice Fernando Mao, vicepresidente de Cirsa. La Red Alto al Tráfico y la Trata está empezando a trabajar en articulación con el Programa Las Víctimas contra las Violencias, del Ministerio del Interior, que dirige Eva Giberti.