SOCIEDAD
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Una herencia que viene del padre
› Por Pedro Lipcovich
La propensión a padecer fibromas de útero se heredaría del padre a la hija, según un estudio que publica este mes la revista Fertility and Sterility y que avala el Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos. La investigación mostró por primera vez que estos tumores benignos obedecen a causas genéticas.
El estudio –efectuado por científicos del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (Nichd), y de la Universidad de Florida del Sur– utilizó una nueva tecnología que permite examinar gran cantidad de genes al mismo tiempo. Se identificaron 145 genes cuya alteración puede conducir al desarrollo de fibromas uterinos.
Los investigadores examinaron tejido de nueve úteros extirpados de mujeres que habían tenido fibromas: en cada uno de ellos, compararon los genes de las partes sanas con los de los tumores. Recorrieron 12.000 genes (de esa especie de “manual de instrucciones” que hay en cada célula) y encontraron que, en los fibromas, 67 se expresaban demasiado y 78 se expresaban demasiado poco. “Este resultado sugiere que las células que normalmente dan origen al músculo uterino pueden diferenciarse anormalmente y causar fibromas”, dijo James Segarse, del Nichd.
El estudio encontró también en los fibromas tres genes anómalos “paternalmente expresados”. En este tipo de gen, la versión heredada del padre se expresa en el organismo, mientras que la versión recibida de la madre no tiene efectos. “Si estos tres genes resultan esenciales para el desarrollo del fibroma, quiere decir que la susceptibilidad de cada mujer a los fibromas está determinada por su padre”, según el informe del NIH.
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