¿Vuelven a apostar por la pareja más ellas que ellos, o es al revés? La demógrafa Mónica Raimondi encontró que los hombres divorciados muestran comparativamente una mayor propensión a la reincidencia nupcial. “Los que reinciden lo hacen mayoritariamente con mujeres solteras, a diferencia de las divorciadas, que se unen principalmente con un hombre de su mismo estado civil o viudos. Lo que da cuenta de que las mujeres separadas tienen que competir con aquellas más jóvenes y sin hijos a la hora de conseguir pareja. Además, si se han tenido hijos durante el matrimonio, son las mujeres quienes generalmente obtienen la tenencia, hecho que probablemente condicione la formación de una nueva unión”, señala Raimondi.

Otras dos investigadoras de la Cátedra de Demografía Social, María Marta Santillán y Constanza Street, indagaron otros aspectos y encontraron que:

- Las parejas reincidentes se inician mayoritariamente de manera consensual (cualquiera sea el estado civil de los cónyuges).

- Reinciden en menor medida las mujeres que se separan después de los 30 años respecto de las que lo hicieron antes de esa edad.

- Hay diferencias por nivel educativo. Entre las mujeres de 30 años o más, la probabilidad de formar una segunda unión es menor entre las que tienen nivel secundario incompleto (o menos) respecto de las que completaron este nivel.

- Vuelven a formar pareja en mayor medida aquellas que no tenían hijos al momento de la ruptura. Es decir, “tienen mayor probabilidad de volver a formar pareja aquellas que tienen menos marcas del pasado conyugal”.

A pesar de las transformaciones que experimenta la dinámica familiar, hay algunas tendencias que se mantienen entre generaciones, como el lugar donde se conoce al compañero. La modalidad más frecuente es dentro del entorno social más cercano. “Esta pauta es dominante en todas las generaciones. Casi 6 de cada 10 cumplió con esa ley no escrita; entre las más jóvenes, son casi 7 de cada 10”, precisan Raimondi y Street. Las diversas formas de encuentro fueron:

- Por medio de la presentación de gente en común (26%).

- Por ser compañeros de trabajo o de estudios (22%). “Este tipo de encuentro aumenta su incidencia entre las mujeres que formaron una pareja a una edad más tardía”, señalan Raimondi y Street.

- O en el ámbito del vecindario (22%), modalidad que se da principalmente entre las mujeres que se unieron más precozmente.