Tras el paso de Facundo Macarrón por tribunales de Río Cuarto con su nuevo defensor, el abogado Gustavo Lliebau se presentó ante la prensa como patrocinante ante la Justicia Civil del joven imputado y de su hermana Valentina, con el objetivo de “evitar que continúe el acoso a la intimidad” que, según dijo, llevan a cabo los medios en perjuicio de ambos. El letrado advirtió a los periodistas sobre la posibilidad de iniciar “acciones judiciales” por ese motivo.

Facundo Macarrón, de 20 años, llegó a las 7.50 a Tribunales junto al abogado Brito en un automóvil y enfrentó en absoluto silencio a la gran cantidad de periodistas que había en el lugar. Pasadas las 9.30, salió de la Fiscalía y también se mantuvo en silencio, pero esta vez apareció acompañado por su abogado “civilista”.

“De ser necesario vamos a recurrir a la Justicia, a un juez civil, para que ampare el derecho a la intimidad” de los hermanos Macarrón, dijo el abogado. “Yo quiero que entiendan que todos estamos siendo objeto de un acoso que pone nervioso a cualquier ser humano”, remarcó. Es que desde que trascendió que las sospechas del crimen apuntaban hacia el hijo de la víctima, los medios de todo el país se concentraron en Río Cuarto, con el consiguiente perjuicio para la intimidad de los familiares de la víctima y del propio acusado.

El fiscal Di Santo, en tanto, aguarda los resultados genéticos de las muestras de la escena del crimen enviadas a Estados Unidos para ser analizadas por el FBI, lo que podría determinar la rama materna de quien dejó sus rastros. Hasta hoy el fiscal cuenta únicamente con un estudio realizado por el instituto científico provincial Ceprocor, según el cual rastros genéticos de un integrante masculino de la familia Macarrón fueron hallados en la escena del crimen.