SOCIEDAD
• SUBNOTA › BERGOGLIO LLAMO A CAMBIAR “LA SITUACION DE POSTRACION”
“Levantarse de las ruinas”
› Por Washington Uranga
En continuidad con los contenidos de su propio discurso respecto de lo social y, en general, con el tono que ha caracterizado la postura pública de la jerarquía católica en los últimos tiempos, el cardenal Jorge Bergoglio aprovechó ayer la homilía que pronunció en el santuario de San Cayetano para recordar que “hay pueblos enteros que se levantan de sus ruinas y con silenciosa dignidad ponen manos a la obra y transforman una situación de postración y de violencia en un tiempo de don”. Hablando ante la multitud reunida en el templo que recuerda al santo patrono del pan y del trabajo, el arzobispo porteño insistió en que “no se puede dar la vida sin compartir el pan y sin trabajar”.
En otra de las misas que se celebraron en San Cayetano, el obispo auxiliar de Buenos Aires, Jorge Lozano, pidió “a quienes tienen responsabilidades” que “sepan mirar los rostros y las situaciones de la gente, que sepan recibir y acoger a quienes más lo necesitan, se comprometan más con el pueblo para que todos, con confianza y esperanza, podamos construir una patria más justa y solidaria”.
Las palabras de Bergoglio estuvieron también en consonancia con el lema que esta vez la Iglesia eligió para convocar a los peregrinantes: “con San Cayetano reclamamos el pan que alimenta y el trabajo que dignifica”. Según el cardenal de Buenos Aires “reclamar el pan que alimenta es una manera de querer dar” porque “para dar la vida se necesita tener un pan que compartir”. De la misma forma, siguió argumentando el arzobispo, “reclamar el trabajo que dignifica es una manera de querer dar vida” porque “es la manera digna de gastarse creativamente por los demás”.
Bergoglio ubicó también el lugar del reclamo y de la protesta, diciendo que “nuestro pueblo no se sienta a esperarlo todo del reclamo, sino que su reclamo entraña compartir cada día el poquito de pan que tiene e inventar mil maneras solidarias de trabajar por la comunidad”. Y saliendo al cruce de algunas consideraciones críticas respecto de la súplica religiosa planteó la vinculación entre la plegaria y la exigencia de justicia: “Al mismo tiempo que exigimos justicia venimos aquí a rogar al Señor de la Vida y a pedirle a El el pan y el trabajo, por intercesión de San Cayetano”. Dijo también que “el reclamo del pan y del trabajo que nos permiten dar la vida no es cosa de coyunturas ni sólo de tiempos difíciles”.
Hablando ante los fieles reunidos, el arzobispo de Buenos Aires hizo una invitación a “rescatar esos valores profundos que hemos recibido como pueblo y, en estos momentos difíciles, dar testimonio de esperanza, de solidaridad, de reclamo pacífico e insistente, con hambre y sed de justicia”. Bergoglio invitó a los peregrinantes a “caminar sin pisotear a nadie, sin colarse, sin desilusionarse” y animó a rescatar “el valor de la inclusión que tiene nuestro querido Santuario (de San Cayetano), cuyas puertas abiertas reciben a todos sin excluir a nadie y que debe ser imagen de nuestra casa y de nuestras instituciones”.
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