SOCIEDAD
• SUBNOTA › MAURO ROSALES
“Te lo juro, vi la guerra”
“Te lo juro, en ese momento vi la guerra.” Mauro Rosales es uno de los que ayer esperó para entrar a saludar al santo de Liniers. Es de Ledesma, uno de los lugares del país más arreciados por la crisis y desde donde partieron los primeros grupos piqueteros. Es de esa guerra de la que ahora habla, una guerra que emerge todos los días cuando sus proyectos se atraviesan con los números de un país en estado de emergencia.
Hace sólo unas semanas que está en Buenos Aires. Se instaló en uno de los barrios de Villa Ballester. Llegó desde Ledesma pero no venía de ahí. Mauro pudo sostenerse hasta junio como estudiante en Tucumán. Hacía Bellas Artes y en el tiempo libre “me recreaba y también trabajaba”, dice, ocupándose de hacer artesanías. El resto lo completaba con una entrada extra que llegaba desde Jujuy cada vez que su madre cobraba su sueldo de maestra.
En junio, Mauro viajó a Jujuy. En ese momento la familia se reunió para tomar la decisión que ahora lo trajo a Buenos Aires. “Era mi hermana o yo –dice–. A ella le faltaba rendir unas pocas materias para terminar medicina. No sé si se salva, yo preferí salvarla a ella.” Su hermana siguió la carrera, él ahora está acá, en la cola y con Gladys Villa, una ex compañera del secundario que desde hace seis años repite las visitas a San Cayetano.
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