SOCIEDAD
• SUBNOTA › TESTIMONIO DEL SEGUNDO JEFE DEL GRUPO HALCON
“Ordené que tiren a las gomas”
Por A. S.
Gerardo Ascacíbar, segundo jefe de la división Halcón de la Policía Bonaerense en 1999, el hombre que dio la orden de disparar al automóvil en el que huían captores y rehenes, declaró ayer como testigo. Con un discurso débil, por momentos increíble y huidizo, Ascacíbar descargó la responsabilidad en un subalterno, dijo que dio la orden de interceptar el auto y tirar a los neumáticos y declaró que no “podía hablar por el resto de la policía”.
El subcomisario Ascacíbar reconoció que con el grupo GEOF de la Policía Federal “hicimos un plan conjunto para el asalto al banco”. El policía dijo que el juez federal de San Nicolás,Carlos Villafuerte Ruzo, quien supervisó el operativo, no fue quien autorizó a caminar por los techos del banco a “los topos” de la fuerza y tampoco a introducirse por una ventana rota al interior del banco en el techo para ver los movimientos de captores y rehenes”. De todos modos, le fue difícil explicar que no sabía de la existencia del auto en la cochera del banco.
Ascacíbar dijo que el grupo Halcón abandonó el plan inicial que era ingresar en el banco. Eso habían acordado con los federales y explicó que cuando los topos le informaron que se estaban haciendo movimientos para salir, él dio la orden al grupo Halcón –que estaba apostado frente a la escuela pegada al banco– de que interceptaran al auto y dispararan a los neumáticos. Dijo que le dio a su subordinado Sergio Andrada esa indicación, que debían rodear el auto en abanico “recordándole que salía gente”, captores y rehenes.
Ascacíbar habló de la orden dada a los halcones como “una decisión imprevista. Los captores querían llegar a un acuerdo y se presumía que se iba a llegar pacíficamente. Cuando doy la orden de rodear el auto era para ver si era posible negociar, que no saliera del perímetro cercado”. El segundo jefe Halcón dijo que a él no le habían avisado de la decisión al GEOF, que no tenían la misma frecuencia de radio “pero sabían porque estaban al lado nuestro”.
El subcomisario dijo que dio “a viva voz” la orden de alto al fuego cuando ya habían disparado. También reconoció que cuando corrió hasta el vehículo no vio impactos en las gomas. Y luego que no recordaba que otras fuerzas policiales hubiesen disparado: “No puedo hablar por el resto de la policía”, dijo.
–¿Por qué no se ordenó que no se disparara y se privilegiara la vida? –preguntó el defensor de uno de los imputados.
–Fue todo cuestión de segundos, no se podía pensar y diagramar.
Nota madre
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