Aunque vienen asegurando que no aumentarán los precios de los medicamentos, algunos proveedores de los hospitales porteños ya pasaron incrementos en drogas que llegan al 300 por ciento. Es el caso de la Droguería Magna que triplicó el precio de la neferidina 100 miligramos cuando le pasó el último presupuesto al Santojanni, según informó ayer a Página/12 Pablo Mazza, subsecretario de Gerenciamiento Estratégico de la Secretaría de Salud de la ciudad. El funcionario elaboró un cuadro con la situación planteada por los proveedores. Laboratorios grandes como Roemmers y Gador “no mantienen las ofertas”; Merk y Abbot “no cotizan”. Otros proveedores –farmacias, droguerías o laboratorios– suspendieron la entrega, solicitan contado contra entrega o cotizan en dólares. Para enfrentar el problema de desabastecimiento de insumos, el gobierno porteño armó una especie de clearing entre los 33 hospitales. “Los insumos y las drogas dejaron de ser de cada hospital y pasaron a ser de la secretaría. Así estamos distribuyendo con vehículos del SAME el stock excedente que tenga uno, entre los que no tienen”, explicó Mazza.