Miguel Bru desapareció el 17 de agosto de 1993 en La Plata, cuando tenía 23 años y estudiaba periodismo en la UNLP. Vivía en una casa tomada de la calle 69, muy cerca de la comisaría 9ª, donde sería visto por última vez con vida. Junto con sus compañeros de vivienda había denunciado meses antes los recurrentes allanamientos ilegales que los uniformados habían realizado en el lugar, bastante violentos por cierto. Con la misma violencia e ilegalidad, Bru terminó siendo detenido aquel 17 y trasladado a un calabozo de la comisaría. “Lo tiraron ahí, el pibe estaba como desmayado. Después se lo llevaron y no lo volvimos a ver”, declaró uno de los presos durante el juicio en el que los policías Walter Abrigo y Justo López resultaron condenados a prisión perpetua. Su madre fue a buscarlo el 21. Hoy su cuerpo continúa desaparecido.