Dom 24.02.2008

SOCIEDAD • SUBNOTA

Escuchando a un CD

› Por Mariana Carbajal

“¿Que querés saber? Soy profesional universitario, trabajo, una vez por semana juego al fútbol con mis amigos y soy muy feliz con mi vida como hombre y me gusta tener sexo con mujeres”, dice Marysol Beach, su apodo como crossdresser, durante una charla con Página/12. Tiene 40 años, y hace varios años se “monta” como mujer, e incluso sale así vestida a boliches de la noche gay con su grupo de amigos CD. La primera vez fue hace algunos años: “Probé con ropas que una ex pareja (mujer) que había dejado cuando se fue de nuestro departamento”, recuerda. A través de Internet empezó a buscar de qué se trataba su debilidad por la ropa femenina. “La búsqueda la inicié por el término travesti, pero yo no me sentía identificada con el concepto de travesti que se siente y piensa como una mujer todo el tiempo, menos aún pensaba en operarme.” Así descubrió al crossdresing y encontró los servicios ofrecidos por Claudia Molina, en La Paternal: en su departamento se inició y en las reuniones mensuales que ella organiza, dice, empezó a compartir con otras personas la costumbre de “montarse”. Con su grupo de CD, algunos hetero, otros gay, otros bi y también alguno camino a convertirse en travesti, salen una vez por semana a divertirse en discos frecuentadas por el ambiente gay porteño. “A esta altura de mi vida me siento seguro de mi sexualidad: antes pensaba que esto era sólo de putos de mierda (sorry, afeminados) porque necesitaba afianzar mi machismo, luego con el tiempo me di cuenta de que el machismo no pasa por el ‘bardeo’ a las minas, sino por una mejor comunicación y comprensión.”

Nota madre

Subnotas

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux