Carga Pesada
› Por Fernando Krakowiak
En quince días comenzará el canje de la deuda pública para intentar salir del default más grande de la historia de los denominados países emergentes. El Gobierno impulsa una quita nominal del 50 por ciento sobre los 81.800 millones de dólares en default, reducción que también es record. Los intereses atrasados suman otros 20.000 millones que Lavagna se negó a incluir en el monto a reestructurar. Si la propuesta es aceptada por el ciento por ciento de los acreedores, meta por cierto improbable, el total adeudado se reducirá de 181.202 a 120.400 millones de dólares, un 33 por ciento. La nueva deuda se abonará en plazos más largos y tasas más bajas que las contempladas en la original. Para prevenir falsos exitismos o exagerados pesimismos, Cash ofrece los principales números que dejará como saldo la salida del default.
181.202 millones de dólares es la deuda pública que acumuló la Argentina hasta el segundo semestre de este año. El 43,4 por ciento se está pagando normalmente (78.648 millones de dólares), el 45,1 por ciento está en default (81.800 millones de dólares) y el 11,5 por ciento restante corresponde a los atrasos acumulados en el pago de intereses desde el default (20.754 millones).
120.400 millones de dólares será la deuda pública si la oferta de reestructuración logra una aceptación del ciento por ciento. A los 78.648 millones de dólares de la deuda en condición “normal” se les deberán sumar 41.800 millones que el Estado emitirá para reemplazar la deuda en default. Si la aceptación es menor al 70 por ciento, el Estado emitirá “sólo” 38.500 millones de dólares. Del porcentaje de adhesión dependerán los millones que queden por fuera de la reestructuración sin definición a la espera de un posible juicio.
80% será la relación entre la deuda pública y el Producto Interno Bruto (PIB) si se acepta la propuesta del Gobierno. A fines de 2001, en plena crisis, representaba el 53,8 por ciento del PIB. Por lo tanto, luego de una quita “histórica”, el indicador terminaría empeorando. En el Gobierno sostienen que lo importante es analizar la capacidad de pago del país luego del default y destacan que antes se pagaba una tasa de interés promedio del 12 por ciento, mientras que ahora se fija una tasa creciente en dólares de 1,33 a 5,25 por ciento para el bono par y de 3,97 a 8,28 en el bono Descuento. No obstante, la capacidad de pago dependerá de los recursos fiscales, el resultado de la cuenta corriente y de la cuenta mercancías. La evolución de esos indicadores determinará la sustentabilidad de la deuda.
2,7% es el superávit fiscal nacional que proyecta lograr el Gobierno para cumplir con los acreedores durante los próximos siete años. Si se toman en cuenta los superávit primarios de 2003 (2,3 por ciento) y 2004 (3,2 por ciento) no parece una meta imposible de lograr, pero la historia argentina relativiza el optimismo. Entre 1961 y 2000 sólo hubo seis años en que se registró superávit primario y en apenas tres fue superior al 1 por ciento. El último record se había logrado en 1993 cuando el superávit alcanzó el 1,7 por ciento del PIB. En los dos últimos años, el excedente se logró a partir de tasas de crecimiento superiores al 7 por ciento y con una recaudación record sostenida fundamentalmente a partir del impuesto al cheque, las retenciones a las exportaciones y la recaudación del Impuesto a las Ganancias que se disparó con la negativa a permitir el ajuste por inflación de los balances.
10,6% será la relación entre los intereses que devengará la deuda pública y las exportaciones. El indicador es relevante porque luego del canje cerca del 75 por ciento de la deuda quedará en moneda extranjera. La situación representará una mejora en relación con 2001 cuando el 97 por ciento de la deuda estaba en divisas y el porcentaje de deuda sobre exportaciones había alcanzado un 35 por ciento. Sin embargo, los analistas más críticos sostienen que, si se mantiene el actual crecimiento de importaciones (53,4 por ciento) y exportaciones (15 por ciento), Argentina entraría en déficit comercial a partir de 2006 y será cada vez más difícil disponer de las divisas necesarias para el pago de la deuda.
23.072 millones de dólares es lo que debería desembolsar el Gobierno entre 2005 y 2010 sólo para afrontar los vencimientos de capital con los organismos financieros internacionales. La cifra equivale al 74 por ciento de la deuda registrada con los multilaterales. En los próximos dos años, los vencimientos de capital con los organismos superan por sí solos el 3 por ciento del PIB. El Gobierno confía en reestructurar esos vencimientos, pero ninguna concesión que provenga del FMI será gratuita. Durante el próximo año, el Fondo volverá a presionar con Cartas de Intención, exigiendo aumentos de tarifas, ley de coparticipación federal y reforma de la banca pública, entre otros puntos.
4196 millones de dólares se deben pagar el año próximo de vencimientos de capital de la deuda en condición normal, sin considerar a los organismos financieros internacionales. La cifra contempla préstamos garantizados, Bogar, varias series de Boden, Bontes, Bonos de Consolidación y anticipos del Banco Central.
36.749 millones de dólares se incrementó la deuda desde el default. En diciembre de 2001 el país debía 144.453 millones de dólares. Luego de la devaluación, la deuda se redujo en 14.284 millones por la pesificación y el ajuste por CER, pero rápidamente comenzó a crecer, por las múltiples compensaciones que otorgó el Estado durante la crisis. Se emitieron nuevos bonos por 28.525 millones de dólares para el canje de depósitos de ahorristas, la compensación a los bancos, el rescate de las cuasimonedas, la nacionalización de las deudas provinciales y la restitución del 13 por ciento a jubilados y empleados públicos. Además, se deben sumar los intereses impagos, la reevaluación del euro y los adelantos otorgados por el Banco Central.
11.001 millones de dólares es lo que Argentina les pagará a los organismos internacionales de crédito desde la salida de la convertibilidad hasta diciembre de este año. Durante 2002 pagó 4127 millones, en 2003 sumó 2426 millones, en los primeros nueve meses de 2004 canceló otros 2299 millones y en los últimos tres meses del año acumula vencimientos por 2149 millones que el Gobierno se comprometió a pagar.
12,3%es el porcentaje del presupuesto nacional 2005 que se destinará al pago de los intereses de la deuda pública. Son 9547,7 millones de pesos que cuadriplican el presupuesto anual destinado a las 37 universidades nacionales, de 2314 millones de pesos. Con menos de un tercio de los recursos destinados al pago de la deuda, se podría financiar un aumento de 100 por ciento para todos los beneficiarios de los planes Jefas y Jefes que actualmente sobreviven por debajo de la línea de indigencia con sólo 150 pesos.
1073 días van a pasar entre la declaración de default formulada por el ex presidente Alberto Rodríguez Saá el 23 de diciembre de 2001 y la fechade apertura del canje de la deuda, prevista para el próximo lunes 29 de noviembre.
Fuentes: Ministerio de Economía, Idep-CTA y Cespa.
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