Dom 26.05.2002
cash

TRECE CUASIMONEDAS CIRCULAN POR EL TERRITORIO NACIONAL

Festival de papeles pintados

Patacones, Lecor, Quebracho, Cecacor y Bocade son algunos de los bonos de provincias con problemas financieros. Esas cuasimonedas totalizan más de 6700 millones, la mitad del circulante en pesos.

Por Fernando Krakowiak

El Estado nacional y las provincias emitieron bonos por 6708 millones de pesos durante los últimos dos años. La espectacular caída de la recaudación y la falta de crédito externo forzaron la puesta en circulación de trece cuasimonedas que se utilizan para pagar los sueldos de los empleados públicos, las jubilaciones y las deudas con los proveedores. Patacones, Lecor, Quebracho, Cecacor y Bocade son algunos de los bonos provinciales que sirvieron para contener el estallido social generando un circuito monetario alternativo con restricciones que varían según la región. A ellos se suman 3300 millones de Lecop que el gobierno nacional autorizó a emitir por decreto para cancelar su deuda con las provincias. Los bonos ya equivalen a más de la mitad del circulante en pesos y varias provincias tienen proyectado seguir emitiendo pese a las restricciones comprometidas con el FMI.
Corrientes imprimió 200 millones de bonos Cecacor para pagar el sueldo de estatales y jubilados. Cifra a la que periódicamente se le suman los Lecop que envía la Nación en concepto de coparticipación federal. Los trabajadores provinciales cobran el 85 por ciento del sueldo en Cecacor y Lecop y los municipales el 100 por ciento en esos papeles correntinos. La situación es desesperante porque en los comercios el bono provincial prácticamente no se acepta. Por lo tanto, los empleados se ven obligados a vender los “papelitos” en financieras y casas de cambio donde se cotizan al 40 por ciento de su valor nominal. Nelson Veas, presidente de la Asociación de Usuarios y Consumidores de Corrientes, señaló a Cash que “los Cecacor le están sirviendo a los especuladores para estafar a la gente con la complicidad del Gobierno”.
Los 55 mil empleados públicos de Entre Ríos también tienen dificultades para hacer circular los bonos federales (Bofe) con que les paga la provincia desde fines de 2001. En los comercios hay una lista de precios en pesos y otra en bonos. Un paquete de cigarrillos Marlboro cuesta 1,70 pesos o 2,10 federales, la tarjeta para viajar en colectivo se abona 0,90 pesos o 1 federal, porque no se da vuelto en pesos, y en las casas de cambio el bono se cotiza al 70 por ciento de su valor nominal. Lo llamativo es que en algunas localidades del sur de la provincia los comerciantes reciben los patacones de Buenos Aires a la misma paridad que el peso, pero no aceptan federales. Mientras los Bofe se desvalorizan, el gobernador Sergio Montiel y la Legislatura que hace unas semanas intentó destituirlo discuten los montos de una nueva emisión en un escenario caótico. Durante varias semanas, los legisladores negociaron un proyecto que autorizaba a emitir otros 112 millones de bonos. Cuando la sanción parecía inminente, Montiel aprobó por decreto la impresión de 198 millones de bonos más. En ese momento, los legisladores rechazaron el decreto y frenaron la aprobación de los 112 millones iniciales. Por lo tanto, por estos días es difícil saber cuántos millones de Bofe se agregarán a los 148 millones ya emitidos.
En Córdoba circulan cerca de 600 millones de bonos Lecor y 100 millones de Lecop. El gobernador José Manuel de la Sota comenzó emitiendo 200 millones para pagar el 40 por ciento de los sueldos estatales y las jubilaciones, pero la crisis se profundizó. Ahora se paga el 80 por ciento en bonos y el ministro de Finanzas, Juan Schiaretti, afirmó que la emisión podría alcanzar los 800 millones. En el interior de la provincia también imprimió bonos el municipio de San Francisco, mientras que las localidades de Villa María y Bell Ville están a punto de lanzar su propia “moneda”. Los hipermercados cordobeses aceptan los Lecor al 100 por ciento de su valor, pero hay problemas para comprar nafta y remedios. Otro inconveniente surge al momento de pagar los impuestos nacionales y loscréditos hipotecarios, prendarios y personales porque la AFIP y el Banco Central autorizan a cobrar sólo en pesos, Lecop o patacones.
Los bonos tienen como particularidad que nadie los acepta fuera de los límites de la provincia que los emitió, salvo en el caso del patacón. La “moneda” de la provincia de Buenos Aires se ha convertido en uno de los casos más “exitosos”. Su cotización en los comercios se mantiene 1 a 1 con el peso y en muchas provincias prefieren el patacón antes que algún bono local. Incluso en la Capital Federal es mejor recibido que el Lecop. No obstante, su circulación es más rápida que el peso. La mayoría de las personas prefiere deshacerse de los bonos lo antes posible. El gobierno bonaerense prometió rescatar los patacones serie B pagando un 135 por ciento de su valor nominal cuando llegue su vencimiento en el 2006, pero nadie está dispuesto a guardarlos hasta entonces. El temor tiene fundamentos sólidos. Si la economía se reactiva el bono se desvalorizará y si continúa deprimida será imposible que el Gobierno concrete un rescate exitoso. Mientras tanto, el gobernador Felipe Solá anunció esta semana que seguirá emitiendo patacones, pese a las presiones que ejerce el Fondo Monetario.
Entre las “recomendaciones” que el organismo de crédito internacional le formuló a la Argentina se afirma que se debe dejar de emitir cuanto antes esas cuasimonedas. Algún trabajador desprevenido podría llegar a pensar que por una vez en la vida sus intereses coinciden con los del Fondo. Sin embargo, lo que el organismo busca con la eliminación de los bonos no es mejorar el nivel adquisitivo de los empleados sino obligar a las provincias a hacer el ajuste, pues como los pesos no alcanzan para pagar los sueldos se deberán reducir los ingresos o despedir personal.

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux