Desde hace dos años las computadoras IBM son responsabilidad de Lenovo, la estatal china que comenzó hace treinta diseñando una tarjeta de reconocimiento para traducir al idioma de ese país asiático los caracteres arábigos, siguió luego representando marcas de máquinas hasta tener la propia y, finalmente, dio el salto en Occidente al comprar esa división del gigante norteamericano. Ricardo Rodríguez, gerente general de Lenovo para Argentina, Uruguay y Paraguay, asegura que comercializar PC y laptops es un negocio con buenas perspectivas en el mercado local, donde la venta de portables crecería un 80 por ciento este año.

¿Se puede considerar la compra de la división IBM como indicio del expansionismo económico de China?

–No sé si lo llamaría así. Pero evidentemente la economía china empezó hace un tiempo a profesionalizarse y ganar en la cadena de valor. Por tener un mercado interno grande, ganan una buena base para salir después al mundo. Como hizo Japón, Inglaterra o Estados Unidos. O, desde otro punto de vista, como hicieron en Argentina Arcor o Techint, que no son ejemplos de ningún expansionismo nacional sino sólo un fenómeno exclusivamente empresarial.

¿Desde el punto de vista tecnológico, Lenovo significa algún cambio con respecto a los productos IBM?

–Lenovo compró la división IBM que incluye fábricas y laboratorios, incluidas las submarcas que identifican a las PC. A su vez, tiene derecho a la utilización de la marca “IBM” por cinco años, de los cuales ya pasaron dos. Todo esto fue comprado con la tecnología, por eso no hay cambio en este sentido, aunque sí en la oferta de productos. Lenovo estaba muy focalizada en las pyme y el consumidor final, mientras IBM apuntaba a empresas y profesionales.

¿Cuáles son las perspectivas del mercado local?

–Son muy buenas. El mercado se está recuperando. Muchas empresas que habían suspendido inversiones con la crisis de 2002, ahora retomaron sus planes. Todas las iniciativas del Gobierno, como “Mi primera PC”, hicieron que la computadora llegara a gente con bajo nivel salarial. Todo ayuda. Hay una estimación de una empresa que hace estudios de mercados en el área de tecnología acerca de que este año la venta de portátiles crecerá un 80 por ciento. Ese crecimiento tiene su lógica si se considera que Argentina, como otros países de Latinoamérica, está retrasada en la proporción de PC versus portables. Y en gran medida es así porque aquí se necesitan muchos más sueldos que en Estados Unidos para acceder a una. Pero como los precios están bajando, la brecha se achica y el producto se puede popularizar.

¿De dónde se importan las computadoras que se comercializan aquí?

–En Latinoamérica tenemos una planta en Brasil y otra en México, tanto para PC como para laptops. Algunas vienen de China, donde se fabrican más de la mitad de las portátiles del mundo para cualquier marca. Lenovo es propietaria de esas plantas, pero no de la brasileña que fabrica tanto para nosotros como para los competidores.

¿Puede haber una fábrica en Argentina?

–No existe ese proyecto porque los volúmenes de consumo no justifican tener una planta. Pero no hay que descartarla en el futuro.

¿La venta de computadoras está ligada a la prosperidad de otros negocios de las comunicaciones, como la posibilidad de proveer distintos servicios por un mismo medio?

–Eso es clave. Hoy hay una tendencia a llevar la oficina a cuestas o a aprovechar la tecnología cada vez más para cuestiones domésticas, como el pago de cuentas a través de Internet. A esto se suma el entretenimiento. Por una razón u otra la gente está muy conectada todo el tiempo. Tener un equipo que te sirva para todo no deja de ser muy atractivo.