El ex presidente del gobierno de España Felipe González (1982-1996) reclamó a los gobiernos de América latina “certidumbre y predecibilidad” en sus políticas para asegurar el flujo de inversiones a la región. González participó en Cartagena de Indias, Colombia, en el Primer Encuentro Internacional de Redes Eurosocial de la UE. Ante 300 representantes de 25 países, 17 de ellos latinoamericanos, el ex presidente defendió la necesidad de aplicar en la región políticas que favorezcan el crecimiento “con redistribución de ingresos” para lograr la cohesión social en los países del área. En su intervención, González advirtió también que el “modelo español, de éxito” ha tocado techo.

“La pobreza no es negocio, porque los pobres no pueden comprar. Apelo al egoísmo inteligente.” Sobre esta idea, Felipe González construyó un discurso dirigido a los dirigentes de los países de América latina en el que cuestionó las políticas neoliberales aplicadas en el área en las últimas décadas y defendió la necesidad de impulsar políticas de crecimiento, con creación de empleo y redistribución de ingresos vía educación, sanidad e inversión en infraestructuras. “En este continente no se han redistribuido ingresos desde hace 25 años”, avanzó en su análisis, algo preocupante porque “crecimiento y redistribución” son parte de un modelo donde ambos factores se retroalimentan.

Para atraer la inversión a América latina, una zona que, según sus palabras, “lo tiene todo” para despegar en un contexto que “ofrece oportunidades inéditas para las regiones productoras de materias primas”, pero en la que los sectores públicos a duras penas pueden hacer frente a los gastos indispensables de funcionamiento, González reclamó “certidumbre y predecibilidad” en las políticas de los gobiernos. Se necesitan, dijo, “reglas de juego que se respeten gane quien gane” y reformas en los sistemas electorales que aseguren la participación ciudadana en la toma de decisiones. “Porque algunos sistemas electorales parecen estar pensados para hacer ingobernables los países”, remachó. Sin certidumbre, explicó, no habrá inversión pese a que “en la región hay países que revientan de liquidez”.

González hizo un análisis sombrío del presente de los países de América latina, donde el gasto en educación, en relación con el crecimiento “está como hace 25 años”, donde la inseguridad “ha crecido exponencialmente” y donde en países como México y Argentina “hay menos clase media que hace 40 años porque hay menos capacidad de ahorro”. Y lanzó una advertencia: “América latina no podrá seguir creciendo sin inversión en infraestructura”. El ex presidente exhortó a los asistentes al encuentro a sopesar cuidadosamente las iniciativas de cooperación y ayuda a la zona cuando en Europa hay todo un modelo de desarrollo sometido a revisión. En este contexto, se refirió al éxito del modelo español como un ejemplo de que las cosas se pueden cambiar cuando existe voluntad de hacerlo. Aunque fue rotundo al asegurar que ese modelo de crecimiento, basado en la construcción y en el turismo, “ha tocado techo”, creando, de paso, formas de “nuevo riquismo poco presentables”.

El discurso del ex presidente español abrió la primera de cuatro jornadas en las que el Programa Eurosocial de la Comisión Europea, creado en el año 2004, debatieron con representantes de países de América latina cómo contribuir a aumentar el nivel de cohesión social en la región. Los trabajos del encuentro se centran en los sectores de justicia, educación, salud, fiscalidad y empleo. La filosofía del encuentro es compartir experiencias y en la iniciativa participan, además de la Comisión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Comisión Económica para América latina y el Caribe y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Eurosocial tiene un presupuesto de 36,5 millones de euros hasta el año 2008. El 80 por ciento está financiado por la Oficina de Cooperación de la Comisión Europea. La Agencia Española de Cooperación Internacional y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia son los principales cofinanciadores.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.