Para explicar la continua debilidad del mercado accionario, los operadores solían argumentar que la Argentina se quedaba al margen del buen desempeño bursátil internacional por cuestiones locales. Las razones–excusas fueron variadas: desde cuestiones políticas a otras más emparentadas con el mercado en particular, como la escasez de opciones de inversión. Ahora, la situación se dio vuelta y mientras a nivel local hay sobrados argumentos para apostar por los papeles accionarios, las dudas surgieron a nivel del contexto internacional.

Los corredores apuestan a quebrar el record del índice MerVal en dólares. Para ello, las acciones tienen que subir un 18 por ciento. Foto: DyN.

El gran temor que tienen los financistas es que la economía estadounidense se encamine hacia una recesión. Esa fue la predicción que hace ocho meses lanzó Alan Greenspan para fin de este año. En la última semana, su sucesor en la presidencia de la Reserva Federal, Ben Bernanke, fue menos dramático pero igualmente inquietante, al advertir sobre un probable enfriamiento económico. El desplome del dólar en el mundo, el valor record del oro y la suba imparable del barril de petróleo aparecen como un emergente de las especulaciones que se desataron en medio de las turbulencias y la incertidumbre general.

Pese a ese panorama externo, algunos operadores creen que el mercado accionario local tiene un potencial enorme. En importantes casas de Bolsa del microcentro evalúan que el índice MerVal puede escalar hasta quebrar el record en términos de dólar alcanzado en el apogeo de la convertibilidad. Los 900 puntos logrados en el uno a uno equivalen ahora a 2835. Algunos apuestan a que el 18 por ciento que falta para llegar a ese nivel puede darse tras la asunción de Cristina Kirchner.

Ese optimismo está basado en el fuerte crecimiento de la economía. Más allá de los discursos públicos de algunos referentes de la city, el consenso es que el PIB seguirá expandiéndose con fuerza durante el próximo año y que los balances de las compañías seguirán mostrando buenos resultados. En general, los ejercicios económicos presentados hasta el momento, correspondientes al tercer trimestre del año, fueron positivos. Las compañías están ganando dinero, más allá de que en algunos casos esas utilidades hayan descendido con respecto a 2006 por cuestiones puntuales. Fue el caso de Siderar, que obtuvo una ganancia de 967 millones de pesos entre julio y septiembre, un 11 por ciento menos que en igual lapso del año anterior, por aumentos en sus costos. Una compañía como Alto Palermo, ligada a la suerte del consumo, expandió sus utilidades un 19 por ciento, hasta los 21,1 millones de pesos en el trimestre.

Hay grandes operadores que empezaron a posicionarse en aquellos sectores visualizados como los de mayor potencial para los próximos meses. En la lista figuran el rubro petrolero, el de servicios públicos y el relacionado con el consumo popular.

Entre las petroleras, el papel de la brasileña Petrobras aparece como el preferido. Su último balance superó las expectativas de los operadores y el reciente megadescubrimiento en Brasil potenció sus posibilidades de suba. En una segunda línea, también Carboclor está en la mira de los inversores. Las eléctricas y las gasíferas también se integran al lote de preferidas. En el microcentro descuentan que el próximo gobierno dará incrementos tarifarios a las distribuidoras del área metropolitana para los clientes residenciales.

El impulso del mercado podría venir acompañado por compras de las AFJP. Se aguarda que en las próximas jornadas, las administradoras vuelquen al mercado una parte de los fondos que deberán repatriar desde Brasil. De hecho, durante el mes pasado, las AFJP incrementaron sus compras de acciones en un 14 por ciento.

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