AGRO > DISPUTA POR EL PRECIO A LOS TAMBOS
La tensión entre la política errática del Gobierno y la posición reaccionaria de la Mesa de Enlace termina perjudicando al pequeño tambero.
› Por Jose Luis Livolti *
El año 2009 arrancó con una reunión parcial del sector lechero convocada en Rosario por algunas de las cámaras empresariales de ese ámbito, cuyo propósito fue analizar el problema de los precios que los productores reciben por tan noble producto: 0,85 peso por litro, según algunas cámaras, y 1,05 peso según el Gobierno, en virtud de un acuerdo firmado entre el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y una parte del sector.
El MCL conoce y además tiene en sus filas a compañeros pequeños productores, que ordeñan sus propias vacas en emprendimientos familiares y perciben entre 0,50 y 0,60 peso por litro por parte de pequeñas cooperativas, las que ya no pueden pagar más y están a punto de desaparecer junto a estos productores, ahogados ambos por la acción de las dos principales megafábricas lácteas que procesan y comercializan dentro y fuera del país el 70 por ciento de la producción (La Serenísima y Sancor).
Al mismo tiempo, con una política errada, el Gobierno firma con una parte de la burguesía lechera tibios acuerdos de precio que benefician parcialmente a una minoría sin ir a fondo en la elaboración y aplicación de una política de verdadero fomento y desarrollo de esta vital producción, que debería garantizar no sólo el ingreso sustentable a miles de productores familiares sino también aportar a la diversificación de la producción agraria nacional.
Del mismo modo, esa política equivocada permite y estimula la instalación de megaproyectos lecheros como el de Soros en la zona de Venado Tuerto, de 60.000 vacas en ordeñe con planta propia de elaboración de leche en polvo destinada al exterior y planta de agrocombustibles para cerrar el círculo perfecto. Por este camino la producción láctea de la Argentina puede crecer, pero será a costa de los pequeños y medianos tamberos que terminarán por desaparecer.
Como parte importante de este panorama aparece el oportunismo de derecha de la llamada “Mesa de Enlace”, donde el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcatti, intenta marcar el paso del conflicto aprovechando su condición de gran empresario tambero. En tanto, Eduardo Buzzi, desembozadamente, proclama que si se agudiza la situación pueden aparecer los muertos que no hubo durante el conflicto anterior y que no descarta la participación de Federados en las listas de los partidos políticos (de derecha, por supuesto), incluyendo la de él si la FAA lo aprueba. Al mismo tiempo, afirma que la política agraria del matrimonio K es un desastre, sin rescatar siquiera los intentos oficiales por beneficiar a los pequeños productores, que aun siendo insuficientes señalan un camino que puede y debe profundizarse.
Nuestra visión hoy es que se avecina una agudización del conflicto, fogoneada por estos sectores de la derecha renovada que seguirán intentando acciones destituyentes y o instaladoras de personajes que representen sus intereses en el Congreso nacional y en las municipalidades y comunas de los distintos pueblos en donde las fuerzas se lo permitan, agitando reivindicaciones que pueden ser justas, pero intentando arrastrar nuevamente a los verdaderos perjudicados del sector para usarlos de carne de cañón.
El gobierno nacional debería tomar nota de la experiencia vivida y, apoyándose en los sectores más afectados, elaborar y desarrollar políticas de fondo en apoyo de los agricultores familiares tamberos y pequeños productores del sector, diseñando políticas segmentadas que tengan el propósito de hacer pagar el mayor tributo impositivo a los que más tienen y que dicho desarrollo sirva a una política de real alternativa a la sojización, fomentando la repoblación del campo argentino. Como una forma de contribuir a la búsqueda de soluciones verdaderas, teniendo en cuenta la situación actual que vive el sector que nos ocupa, y también con la finalidad de abrir un debate que involucre a todos los sectores interesados, el MCL propone:
1. Plan de desarrollo lechero nacional privilegiando la ayuda y el estímulo a los pequeños productores y agricultores familiares mediante subsidios, y política impositiva progresiva y segmentada.
2. Política de precios sostén mediante la intervención del Estado a través de los organismos oficiales existentes (Subsecretaría de Desarrollo Rural, Ministerio de la Producción), teniendo en cuenta el Registro de Agricultores Familiares recientemente creado.
3. Política de precios al consumidor, garantizando precios accesibles, en cuatro productos básicos derivados de la leche, a saber: leche entera, manteca, queso común y dulce de leche.
4. Creación del Instituto para el Desarrollo de la Lechería Argentina con participación de los distintos actores del sector, priorizando la presencia de los pequeños y medianos productores tamberos y elaboradores: cooperativas de producción, pequeñas fábricas regionales, etc.
5. Reelaborar un nuevo diseño de política de retenciones que, afirmando el derecho que le asiste al Estado para intervenir en la economía, grave a las exportaciones en sentido progresivo, estableciendo claramente la redistribución de fondos para garantizar el desarrollo. Promulgar una ley específica orientada a beneficiar a la producción lechera nacional.
* Coordinador del Movimiento Campesino Liberación, corriente interna de la FAA.
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