La fuga de capitales se detuvo evalúan operadores de la city. Esa afirmación la basan en la estabilidad de la cotización del dólar y la escasa demanda de billetes verdes que existe en el mercado. Mientras, los exportadores agropecuarios empezaron a volcar en la plaza buena parte de los ingresos por la venta al exterior de la soja. Sin embargo, la preferencia por el dólar por parte de muchos inversores se mantiene firme. En lo que va del año los depósitos en dólares se incrementaron en 1209 millones, superando el acumulado de todo 2008. En comparación con igual mes del año previo, marzo arroja una crecimiento de 38,2 por ciento de esas colocaciones, según el último Informe Monetario del Banco Central. Las entidades trasladaron esa mayor exposición en dólares hacia préstamos de corto plazo al sector productivo y exportador.

Durante el mes pasado la autoridad monetaria informó una caída de 2,6 por ciento en los medios de pago de la economía (circulante en poder del público y cajas de ahorro). Esa retracción estuvo principalmente explicada por la compras de dólares. También contribuyeron las adquisiciones de divisas y las inmovilizaciones a plazo que realizó el Tesoro Nacional contra sus colocaciones a la vista. En este contexto, marzo reflejó una caída en los depósitos totales del sector privado de 1,6 por ciento y un retroceso de 1,2 por ciento para los públicos. Pero cuando se trató de plazos fijos, éstos crecieron un 1,1 por ciento.

Esta leve mejora se debe exclusivamente al desempeño del segmento en moneda extranjera. Los depósitos totales en dólares aumentaron 6,6 por ciento en marzo principalmente de la mano del sector privado. El stock se ubicó en 10.555 millones de dólares contra los 9899 millones de febrero previo y los 7637 millones de igual mes de 2008. “Desde principios de febrero han presentado un creciente dinamismo evidenciado por el significativo incremento en los depósitos a plazo y en caja de ahorro, que en marzo avanzaron 6,3 y 6,0 por ciento, respectivamente”, se precisa en el estudio difundido por el Central. Las cifras reflejan el cambio de cartera de los ahorristas de pesos a dólares.

Ese comportamiento se intensificó a partir del estallido de la crisis internacional de las hipotecas de alto riesgo a pesar de las mínimas tasas de interés –negativas en términos reales– que ofrecen los bancos y la debilidad de la divisa estadounidense en el contexto global. En ese relevamiento oficial, los plazos fijos en dólares a sesenta días premia con un rendimiento de 2,17 por ciento anual, mientras que en pesos al mismo plazo otorga un 12,96 por ciento.

Por su parte, las entidades aplicaron esos dólares en préstamos a empresas y para cancelar líneas con el exterior y obligaciones negociables. De hecho rige la normativa publicada por la autoridad monetaria bajo la comunicación A4147 de 2004, en la cual se establece que la capacidad prestable proveniente de los depósitos constituidos en moneda extranjera deberá aplicarse a la financiación de exportaciones, de productores o procesadores de bienes y de compra de títulos de deuda o certificados de participación en fideicomisos financieros. Con carácter de excepción, se permite hasta el 10 por ciento en otros destinos. La circular del BC intenta evitar un eventual descalce de monedas en el sistema. En esa línea, la mejora en el fondeo al sector privado fue generalizado en todas los segmentos y, en particular, en moneda extranjera registró una recuperación de 1,2 por ciento para alcanzar los 6065 millones de dólares.