› Por Roberto Navarro
Esta semana se anunció la creación del Ministerio de Turismo. La cartera quedó en manos del secretario del sector, Enrique Meyer. En entrevista exclusiva con Cash, el flamante ministro señaló que entre 2003 y 2009 los ingresos de divisas al país por la visita de extranjeros se duplicó. Y que en el primer trimestre de 2010 crecieron un 22 por ciento. Entre los grandes proyectos para atraer turistas, Meyer anunció que desde el año próximo el país tendrá su propia versión del Tour de France, la competencia ciclística más importante del mundo. Además, se está trabajando para que Argentina y Uruguay compartan la sede de un Mundial de fútbol. Meyer aseguró que “Argentina puede ser para Latinoamérica lo que son Francia o España para Europa”, países que reciben 50 millones de turistas anuales. Como ejemplo, señaló que para la fiesta del Bicentenario llegaron 250 mil turistas de la región.
¿Qué le aporta el sector Turismo a la economía argentina?
–El turismo ya representa más del 7,5 por ciento del PBI. En este momento, el saldo en divisas es negativo, pero infinitamente menos deficitario que en los ’90. El argentino está saliendo mucho. En la crisis del 2009 del Hemisferio Norte tuvimos una merma de casi el 8 por ciento de visitantes del exterior. Y un aumento de 9 por ciento de argentinos saliendo. Pero de alguna manera es un síntoma interesante del nivel de vida local. En la actualidad el sector da trabajo a más de un millón de personas.
¿Qué significa para el sector la creación del Ministerio de Turismo?
–La posibilidad de crear una estructura acorde con lo que representa el turismo en la economía nacional. También una relación más pareja con los representantes de otros países, que en su gran mayoría cuentan con ministerios. También prepararnos para lo que viene. Nos enfocamos en trabajar fuertemente en la promoción y en el desarrollo del turismo, y para eso teníamos que ponernos a tono con las exigencias a nivel internacional y nacional. Una cantidad de tareas que decíamos: “No podemos salir a promocionar al mundo si nuestra casa no está preparada para recibir a los visitantes”.
¿Por ejemplo?
–Nos enfocamos en el Parque Nacional Iguazú, que hoy es un modelo. La prestación de servicios en el Parque es espectacular. Es ecológico, tiene muy buen servicio, buenas pasarelas. Lo mismo está pasando en otro Patrimonio de la Humanidad: el Perito Moreno. Pasarelas a tono con el siglo XXI, sanitarios como corresponden y toda una cantidad de necesidades paralelas a la promoción. Fuimos poniendo más accesibles estos destinos turísticos. Y fuimos creciendo en la promoción. Pasamos de 70 acciones promocionales anuales en 2003 a 740 en el 2010.
¿Qué balance hace de los últimos siete años?
–El saldo fue visiblemente satisfactorio. La llegada de turistas no residentes se incrementó en un 45 por ciento en ese lapso. Los ingresos económicos por turismo se duplicaron. En 2003 el gasto de los turistas extranjeros era de aproximadamente 1900 millones de dólares y en 2009 superó los 3800 millones de dólares. En el primer trimestre de 2010, la cantidad de visitantes extranjeros aumentó un 15 por ciento y el gasto, un 22 por ciento con respecto al mismo período de 2009.
¿Cuál fue la evolución de las inversiones en el sector en los últimos años?
–Las inversiones de alojamiento turístico en el período 2003-2009 exhibieron una suba del 1000 por ciento. Hace siete años fue de 110 millones de pesos y el año pasado superó los 1200 millones de pesos. La oferta de alojamiento en ese período creció un 52 por ciento.
¿Qué acciones se van a realizar desde la cartera para alentar mayores inversiones?
–Lo importante es que existe un gobierno que alienta e impulsa la actividad turística. Toma acciones decididas, que marcan un antes y un después en el tema de la conectividad. En la temporada 2007/2008 no vinieron más turistas al país porque no había asientos de avión. Había hotelería ociosa en plena temporada. Esto no tendría que pasar. Todo lo que se está haciendo a partir de la nacionalización de Aerolíneas Argentinas es un plan bien pensado. Aerolíneas Argentinas después de muchos años tiene productos para salir a vender.
¿Qué acciones importantes pueden derivar en un nuevo salto de crecimiento en la llegada de turismo internacional?
–El crecimiento va a ser impulsado por una mayor y mejor infraestructura para recibir a los turistas, por acciones promocionales y también por llevar a cabo eventos de primer nivel internacional que hagan conocer el país.
¿En qué se está pensando?
–Están muy avanzadas las gestiones para realizar a partir del año próximo la versión local del Tour de France. Es una competencia ciclística con los mejores deportistas del mundo, que se realiza en Europa todos los años en julio. Así como organizamos el Rally Dakar, queremos traer esa competencia internacional de primer nivel, que en Europa tiene una repercusión enorme.
¿Existen otros planes?
–Sí, pero en este caso no depende sólo de nuestra voluntad de realizarlo. Nos gustaría presentarnos, junto con Uruguay, como alternativa para organizar el Mundial de Fútbol. Este proyecto no sólo atraería los ojos del mundo sobre nuestros países sino que, además, significaría encarar un proyecto conjunto con nuestro país hermano.
Más allá del resultado que puedan tener estos eventos en términos de visitantes y de ingresos, ¿cuál es la proyección del Ministerio para los próximos años?
–La proyección del plan estratégico hacia el 2016 es un crecimiento de entre el 8 y el 10 por ciento anual en el volumen de pasajeros. Es decir que esperamos llegar a los ocho millones de turistas no residentes en seis años.
¿Qué lugar ocupa la Argentina como destino turístico en el mundo?
–Hace siete años estaba en el puesto 40 a nivel mundial. Trabajamos en la segmentación según el producto de que se trate. Hace 4 años iniciamos un plan de marketing y posicionamiento de turismo en la Argentina. En 2008 pasamos del puesto 36 al 24, y en 2009, del 24 al 19. Buenos Aires pasó del 36 al 12. Es la primera ciudad en América en materia de congresos, convenciones y eventos.
Francia, España e Inglaterra reciben un promedio de 50 millones de visitantes anuales. Argentina llega a cinco millones. ¿Se puede alcanzar esos niveles, teniendo en cuenta que Argentina está a más de diez horas de vuelo de los países de mayor poder adquisitivo?
–Los avances tecnológicos en el sector de aeronavegación y la apertura de nuevas rutas directas nos acercan cada vez más a esos potenciales visitantes. Pero el desafío argentino es convertirse en la Francia o España latinoamericana. Es decir, tenemos 50 millones de potenciales clientes en nuestra región. Buenos Aires es considerada una de las cinco ciudades más atractivas del mundo para ser visitada. Podemos lograrlo. Depende de nuestro trabajo y, por supuesto, de la evolución de los países de nuestro subcontinente.
¿Cuáles son los destinos más visitados por el turismo extranjero?
–Van conociendo el valor distintivo particular que tiene cada ciudad. El alojamiento en una bodega en Mendoza, en una hotelería boutique y personalizada, el extranjero lo está buscando. Está pagando un valor similar a un hotel 5 estrellas en Capital, pero con servicios y paisajes únicos, y esto está creciendo poco a poco.
¿Cuál es la situación del turismo interno?
–Uno de los temas importantes es que en la década del ’90 los argentinos viajaron por el mundo y se pusieron más exigentes. El sector privado rápidamente captó el cambio. Hoy cualquier capital de provincias, sea turística o no, tiene un servicio acorde que hace diez años no tenía. No es lo mismo ir a San Juan hoy que hace 10 años. Y lo mismo ocurre con Salta, Jujuy y otras. Hoy el país dejó de ser sólo el destino turístico de pobres y clase media. Se convirtió en una opción interesante para todos los segmentos socioeconómicos, porque compite en calidad y precio con los mejores destinos del mundo.
¿Cuáles son las asignaturas pendientes?
–Seguir generando conciencia en el actor de toda la cadena de valor turístico y en el ciudadano, mostrando la importancia de la actividad. Hay infraestructuras que se tienen que seguir mejorando. Se han comenzado obras en el aeropuerto de Ezeiza, pero son urgentes. Están llegando aviones de ultra-performance que necesitan mejoras. Y hay determinados horarios en los que se forman verdaderos cuellos de botella. Una de las grandes falencias de la Ciudad de Buenos Aires es no tener un Palacio de Convenciones, que la Ciudad no manifiesta interés en construir
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