Dom 17.11.2002
cash

CORRALITO, BANCARIZACIóN, DóLAR, ELECCIONES Y PERSPECTIVAS ECONóMICAS

“Una explosión de crecimiento”

Hombre de confianza de los Macri, maneja Pago Fácil, compañía del grupo dedicada a cobranzas, Orlando Salvestrini derrocha optimismo. Apuesta a un 2003 de aumento de la actividad. Y a que las elecciones se postergarán.

Por Cledis Candelaresi

Orlando Salvestrini es un hombre del Grupo Macri, ex tesorero de Boca Juniors y aspirante a presidir el club. Actualmente comanda Pago Fácil -sociedad de Macri con Western Union–, negocio que se ocupa de cobranzas que la crisis económico-financiera parece no haber vulnerado. El ejecutivo, hombre de confianza de Franco y Mauricio, pretende transformar la firma creada en 1993 en el “banco de los pobres”, empezando por la creación de un fondo común de inversión con los vueltos de cada factura abonada.
¿Qué hay de común entre este fondo y el que usted creó en Boca?
–No hay ninguna similitud. El de Boca fue una forma de financiar compra de jugadores con grandes inversores. El que estamos pensando lanzar en marzo del año que viene no existe en el mundo y apunta a aprovechar los 4 millones de clientes que a veces pagan cuentas de montos caprichosos, con vueltos chicos. Ese dinero se puede manejar en forma muy conservadora, quizá plazos fijos, y cada accionista tendrá su rédito.
¿Cuál será el anzuelo para que la gente acceda a dejar su vuelto?
–La trayectoria de Pago Fácil: nunca se nos perdió una transacción. En el 2002 crecimos de 64 a 74 millones de transacciones y pasamos de 320 a 510 contratos de empresas para hacer cobranzas.
¿No cree que la gente puede asociar Pago Fácil a otras situaciones conflictivas que tiene el grupo Macri con el Gobierno, por ejemplo con el Correo Argentino, y que eso vaya en desmedro de la confianza?
–Si el producto es válido la gente lo disocia del accionista. Es más. Pago Fácil está en el Correo.
¿Cómo explica el crecimiento de actividades de Pago Fácil en un momento de crisis y con el avance de la bancarización?
–Cuando diseñamos el negocio, en 1993, el 70 por ciento de la gente debía hacer largas colas en los bancos; las empresas recién se privatizaban y los adjudicatarios querían cobrar bien y bajar los costos de la cobranza.
Pero vino la crisis.
–Sí. Primero el corralito de Cavallo. Pero el 85 por ciento de las personas que trabajan cobran menos de 1200 pesos. La mayoría, por lo tanto, quedó afuera de aquella restricción. Cuando comenzamos el sistema, el 75 por ciento de la gente no estaba bancarizada mientras que hoy el 80 por ciento sí lo está. Pero los clientes bancarios prefieren extraer el dinero y pagar en efectivo.
¿No hizo mella en el negocio la morosidad creciente que sufren las empresas privatizadas?
–Este año crecimos un 15 por ciento, pero debíamos haber crecido un 35 si no fuera por el atraso en el pago de los servicios públicos. Esta mora, que para las privatizadas llegó al 30 por ciento, no fue sólo por escasez de dinero sino por la imposición de cuasimonedas, que las empresas en principio no las aceptaban. Pero desde hace quince días Gas Natural BAN, MetroGas, Telefónica y Aguas Argentinas nos autorizaron a aceptar las cuasimonedas. Y Edenor está a punto de hacerlo.
¿Se puede decir que en parte capitalizaron la crisis bancaria?
–En alguna medida sí. No nos olvidemos que hubo bancos cerrados por miedo al escrache.
Ustedes manejan 360 millones de pesos mensuales. ¿Están haciendo un negocio financiero adicional aprovechando las altas tasas de interés?
–No hacemos un negocio financiero: a las 48 horas cada cliente nuestro tiene el dinero acreditado.
¿Sobre qué bases proyectan el negocio para el 2003?
–Explotamos un negocio que maduró. Logramos que pagar sea un placer. Ahora lo que queremos es que Pago Fácil sea el banco de los D1, de los pobres. Por eso recreamos productos financieros, como el fondo de inversión con los vueltos: con 1 peso de vuelto hablamos de 6 millones depesos por mes. Nuestra red de 1800 bocas nos permite llegar a Doña Rosa a muy bajo costo.
¿Qué supone que va a pasar con la economía?
–La Argentina tiene tres ventajas macroeconómicas importantes: gran capacidad instalada de equipos nuevos, 30 o 35 mil millones de dólares en el colchón y un dólar alto, que hace rentable exportar. Así como el mundo se sorprendió por nuestra caída se va a sorprender cómo en dos o tres meses la Argentina tiene una explosión de crecimiento.
¿Ese shock es independiente de quién sea el próximo presidente?
–Sí. Si hoy hubiera elecciones en la Argentina, el 50 por ciento de la gente no vota y el resto se divide entre varios candidatos. El próximo presidente tendrá poco caudal de sufragios y deberá hacer alianzas para ganar en el ballottage. Este cuadro no lo soporta ningún país del mundo.
¿Entonces?
–La Argentina tendrá que retrasar las elecciones hasta que aparezcan candidatos que tengan más adhesiones. El 2003 será un año tranquilo, con variables económicas en calma y elecciones postergadas.

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