EMERGE UN NUEVO ORDEN ECONóMICO MUNDIAL
Brasil, Rusia, India y China (BRIC, ladrillos en inglés) fueron los países emergentes que se destacaron en la primera década del nuevo siglo. Ahora se suman otros denominados Eagles (Aguilas en inglés, Emerging and Growth Leading Economies).
› Por Arnaldo Bocco *
En la última década se ha comprobado que acontecimientos que aceleraron el cambio mundial muchos no los imaginaban poco tiempo atrás. Fue en 2001 cuando economistas del banco de inversión Goldman Sachs determinaron que un grupo pequeño de países emergentes ya jugaban un rol más activo en la explicación del progreso del mundo. No fue la academia, en ese momento centrada en la modelización del equilibrio general de las economías emergentes. El trabajo de Goldman Sachs afirmaba que Brasil, Rusia, India y China (BRIC, en inglés ladrillos) eran un actor de la economía global al que se debía prestar mayor atención. La palabra BRIC se adoptó rápidamente por parte de analistas, medios de comunicación e incluso por esa academia que no lo previó. BRIC estuvo presente en explicaciones diarias en medios de comunicación del sistema global, como The Economist o Financial Times. Aquí también llamaban la atención sobre la ocurrencia de ese hecho relevante como contracara del retroceso de las grandes potencias desarrolladas como Estados Unidos, Europa y el mismo Japón.
China e India, y más tarde Brasil y Rusia, comenzaron a sorprender a los mercados financieros por la afluencia de inversores a sus mercados. China no sólo despachaba productos baratos a los obreros de los centros desarrollados, sino que, como en el caso norteamericano, pasó a ser uno de los principales financistas de sus déficit comercial y fiscal. Mientras el coloso asiático sorprendía con su crecimiento y un imperturbable modelo político, se transformó en regulador indirecto de las economías avanzadas.
Un mundo nuevo que localmente aun muchos perciben no confiable ni estable. Los dirigentes argentinos creen y sostienen que China paga salarios de 30 dólares y los obreros reciben un plato de arroz como remuneración, algo que no se sabe si es ignorancia o un deseo de hacerlo localmente como política.
La novedad en el inicio de la nueva década la vuelven a dar los mercados financieros y nuevamente la academia sigue viendo las noticias con el diario del lunes. Alicia Herrero, ex economista jefe del Banco de España y ahora líder de Mercados Emergentes del Banco BBVA, ha publicado un trabajo que inicia otra etapa en la caracterización de esa economía global. ¿Qué dice esa economista no ortodoxa?: “Ya fueron los BRIC; ahora es la época de un grupo mayor que los incluye y que se llama Eagles (Aguilas en inglés, Emerging and Growth Leading Economies)”. Pero con una fundamentación que observa más allá del tamaño, la población, el comercio o las inversiones de los BRIC.
Las Eagles son los países que explican el crecimiento económico global y que, más allá de su peso relativo, contribuyen a mantener un equilibrio en la economía mundial que compensa el retroceso de las economías más grandes. La evolución del crecimiento de las “Aguilas” representa un valor superior al G-7, excluido Estados Unidos, y ya juegan en espacios muy diversos un rol gravitante en escenarios como el Grupo de los 20, la ONU y el FMI. A los cuatro citados del BRIC, las Eagles incluyen a otros países que pasaron a ser sociedades fundantes del nuevo orden mundial. Si Estados Unidos decreció 6-7 por ciento de participación en el PIB mundial en 15 años, ¿qué país o región ocupó su lugar? No lo hizo Europa ni Japón, y sí China junto a Corea, Indonesia, México, Rusia, India, Egipto, Taiwan y Turquía.
Este mundo empieza a mostrar cambios que tarde o temprano acelerarán otros cambios, como los recientes en el directorio del FMI. El crecimiento de México en su contribución a la economía mundial hoy es más importante que el de Alemania o el de Gran Bretaña, y el de Turquía y Taiwan o Egipto son más relevantes que los de Francia, Italia o España.
El Nuevo Orden Económico que trajo las reformas de la globalización no acaban allí. Existe una suerte de anillo adicional de países con crecimiento acelerado y fuerte participación en el comercio global: Argentina, Perú y Colombia (no está mencionado Chile en el estudio, sorprendentemente), Polonia, Tailandia, Nigeria, Sudáfrica, Malasia, Vietnam, Bangladesh y Filipinas. El trabajo muestra adicionalmente que este grupo rápidamente puede por su dinámica desplazar a alguno de los integrantes mencionados en el primer grupo.
Las Eagles explican en el 2010 el 25 por ciento del crecimiento económico mundial, mientras el G-6 sólo contribuye con el 14,7 y si se suma la economía de EE.UU. esa cifra trepa al 29 por ciento, lo que permite comprobar el empate en la cima del poder global. Pero si esa misma dinámica se calcula para el 2020, las Aguilas pasarían a determinar el 46 por ciento del crecimiento global, mientras el G-7 sólo explicaría el 35 y si se excluye Estrados Unidos los integrantes del G-6 quedarían en un raquítico 17 por ciento. Otro mundo, otro sistema de poder global.
¿Los líderes en Argentina han tomado nota de semejantes cambios y desafíos equivalentes? Poco han hecho muchos sectores que viven enamorados de los noventa, incluso industriales poderosos que defienden posiciones librecambistas. En estos años la Argentina ha dado pasos en la dirección correcta que irrita a cultores del pasado. Por suerte la combinación de logros domésticos y la sutil política de ingreso en ese orden global y no el de los columnistas desestabilizadores, nos deposita en el sendero vertiginoso del progreso real.
No les gusta el nuevo orden a los sectores conservadores. No les apetece saber del poder de China. Pero el camino emprendido por Argentina de tomar distancia del orden viejo, del desendeudamiento, de la independencia a la hora de decidir políticas sociales es lo que hizo Lula y otros países emergentes, que los convirtió en líderes globales. Sólo que ese sector conservador cuando ve una política en otros países los llama estadistas y aquí les niegan a nuestros líderes el reconocimiento. Por suerte, el emergente social y político local nos hace un poco más optimistas aun cuando el conservadurismo es una manifestación que exhiben tanto la izquierda como la derecha argentina
* Economista, ex director del Banco Central.
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