Pese a la crisis, los argentinos continúan sumándose a la web. Osvaldo Setuain, titular de la filial local de America On Line, explicó a Cash cómo se está reformulando en el país el negocio de Internet. La sociedad del grupo Cisneros con Time Warner prevé en Argentina la desaparición de los accesos “gratis”, la imposición de la tarifa plana y, tras la devaluación, el inevitable rezago tecnológico del parque informático.
¿La crisis económica no fulminó el negocio de Internet?
–Internet venía creciendo exponencialmente en Argentina y ahora retrasó su crecimiento. Aun así, este año tenemos un 15 por ciento más de usuarios. Lo que cambió es el modo de conectarse. Tradicionalmente, eran cuentas pagas a través de línea telefónica, con el costo adicional del pulso. El año pasado comenzó a surgir la banda ancha y, hacia final del 2001, proliferó lo que se dio en llamar Internet gratis. Algo que, en realidad, no lo es porque el usuario accede a la web a través del cable telefónico común y así el servicio le resulta más caro. Cuando uno tiene una cuenta con acceso telefónico pago accede al servicio discando 0610 y paga menos por la conexión.
¿”Internet gratis” no es una modalidad que se puede imponer en el futuro?
–Internet gratis surgió hace tres o cuatro años sobre la base de que los ingresos publicitarios permitirán no cobrarles a los usuarios. Pero ese modelo colapsó y muchas empresas quebraron. Desde el año pasado las telefónicas comparten la facturación del pulso con las empresas de Internet, por el flujo que éstas originan. El ingreso publicitario es bajo, pero esto sostiene el negocio. Sin embargo, creo que es inexorable la imposición de la tarifa plana –importe fijo que permite acceso irrestricto a la red–, esquema por el cual las telco dejarán de compartir su ingreso. Esta es una tendencia mundial. Así, Internet gratis va a desaparecer, porque no va a tener su plafond de negocios. Las telefónicas ya empezaron a hacer pruebas en este sentido, con una tarifa nocturna plana.
¿Es conflictiva la relación con las telefónicas?
–No. Tenemos que negociar precio a corto plazo. Pero a largo plazo tenemos los mismos objetivos: que la gente navegue más tiempo por Internet.
¿AOL se instaló en Argentina en el 2000 previendo los cambios institucionales y económicos que sobrevinieron o éstos los sorprendieron?
–Todos sabemos que en América Latina hay épocas buenas y otras que no lo son tanto. Respecto a la Argentina, lo que sí se preveía con anticipación es la devaluación, pero no cambios tan fuertes como los que hubo.
¿Cómo los afectó la devaluación?
–En un principio nos pareció desfavorable porque derrumbó nuestra facturación en dólares. Pero de inmediato encontramos oportunidades. Por la devaluación resulta competitivo exportar servicios desde Argentina. Así comenzamos con campañas publicitarias on line para México, Puerto Rico y Estados Unidos y tomamos el 100 por ciento de la operación del call center de atención al cliente de Puerto Rico. Así mejoramos nuestro resultado financiero y hasta incorporamos personal.
¿La devaluación no entraña el riesgo de que los equipos en Argentina queden tecnológicamente rezagados y, al mismo tiempo, no condiciona la oferta de contenidos?
–El parque informático argentino hoy está muy actualizado. Pero es cierto que estos mismos equipos en tres años serán obsoletos y que aumentó la cantidad de horas necesarias para poder acceder a una máquina. Hasta el año pasado, alguien con un sueldo medio podía comprar una computadora sinmayores problemas, algo que dejó de ocurrir. Hoy, como parte de nuestros servicios, ofrecemos un software especial que facilita enormemente la navegación y lo hacemos casi al mismo tiempo que en Estados Unidos. Ahora estamos pensando cuál será nuestra estrategia en el futuro, porque prevemos que el grueso del equipamiento irá quedando desactualizado.
¿Con el magro ingreso publicitario y la baja penetración que tiene Internet en Argentina, AOL previó irse o replantear el negocio a largo plazo?
–No. No cambiamos demasiado nuestra estrategia. En Argentina, Internet tiene sólo una penetración del 10 por ciento, mucho más baja que en otros países de la región. Pero también es cierto que aunque muy lentamente, la incorporación de usuarios aumenta. Si el país estuviera creciendo, Internet explotaría.
El acceso a Internet sigue siendo de alcance limitado.
–Internet ayuda a la democratización de la información, porque pone a disposición contenidos muy actualizados y a bajo costo.
¿Usted tomaría decisiones de riesgo en la Argentina o la estrategia de AOL es suspender proyectos por la incertidumbre política?
–Siempre es mejor decidir sobre un horizonte claro y sustentable. Pero igualmente yo tomaría decisiones de riesgo y de hecho lo hicimos: este año expandimos la operación y tomamos personal.