LA EUROZONA BAJO TENSIóN Y RIESGO DE DEFAULT
Analistas e investigadores en Europa evalúan que pueden padecer una crisis similar a la de Lehman Brothers en 2008, pero posiblemente con efectos multiplicadores más devastadores.
› Por Marcelo Justo
Desde Londres
Entre la crisis del euro, los vaivenes de la economía estadounidense, el precio del petróleo y la eterna presencia de impredecibles amenazas, la economía global se encuentra en una coyuntura incierta. Los llamados países emergentes mantienen una fuerte dosis de crecimiento, pero las nubes están en el horizonte: el enigma es la intensidad que tendrá la tormenta. Cash dialogó con Paola Subbachi, directora de investigaciones de economía internacional del Instituto Real de Temas Internacionales en Londres, Chatam House, quien comparó la situación actual con la que precedió a la caída del Lehman Brothers.
¿Cuáles son los principales peligros que enfrenta la economía mundial?
–Hay incertidumbre con dos manifestaciones muy claras. Por un lado está la recuperación del mundo desarrollado, en especial en Estados Unidos y en Europa. Por el otro lado, el impacto en el mundo en desarrollo y cuánto puede absorber y compensar los problemas económicos globales. En Europa es muy difícil anticipar si se podrá contener la crisis o si explotará. La situación en Estados Unidos es de una recuperación débil e incierta. En el mundo en desarrollo hay crecimiento, pero con burbujas, que también hacen difícil prever qué va a pasar.
Es evidente que la crisis griega no se ha resuelto con la votación parlamentaria y que ahora, en cualquier momento, Portugal se agrega a la lista de las emergencias.
–Europa está potencialmente al borde del colapso. Si hay un contagio en Europa tendremos una crisis similar a la de Lehman Brothers en 2008, pero posiblemente con efectos multiplicadores más devastadores, dado las interdependencias del sector financiero. La crisis de Lehman Brothers llegó luego de un largo proceso que pasó por la contracción crediticia de 2007, la caída de Bear Stearns y finalmente el derrumbe de septiembre de 2008. Algo similar está pasando con el euro. No se trata de un tsunami repentino. Los problemas con Grecia vienen de hace mucho. Y lo cierto es que el plan que aprobó el parlamento tiene tantos puntos inciertos que es difícil de ver cuál va a ser el resultado.
Hasta ahora, el remedio del FMI y la Unión Europea no ha funcionado ni con Grecia ni con los otros países periféricos de la Eurozona. ¿Hay realmente una estrategia para salir de la crisis?
–El actual plan es muy duro, pero el default tampoco soluciona nada. Se compara mucho a Grecia con Argentina. Pero en el caso de Argentina había otros factores, ustedes controlaban la moneda, son ricos en materias primas, tenían maneras de salir de la crisis. El default tuvo sentido en Argentina. No está tan claro que tenga sentido en Grecia. Hay dos posibles salidas para Grecia. Una por vía de la salida del euro, devaluación y exportación. Otra por medio de un manejo más eficiente de la economía. Grecia es un modelo de incompetencia, de intereses monopólicos a nivel profesional que encarecen todo, de una evasión impositiva flagrante e injusta que divide al país entre gente que paga y gente que no paga impuestos. Grecia tiene un déficit estructural y de deuda. Si Grecia no reforma su economía, el default no le servirá de nada.
Si el escenario que finalmente ocurre es el de un default de Grecia y una crisis en los bancos que, como usted dice, puede ser peor que la de Lehman Brothers, ¿qué impacto tendrá esto en los llamados mercados emergentes?
–Habrá un fuerte impacto en el sector exportador. Estados Unidos y Europa son los principales mercados de China y de otros países emergentes. En Europa el sistema bancario es muy frágil. Si hay un colapso del sistema financiero, no habrá liquidez y habrá un caída de la demanda europea que afectará a Estados Unidos. Es cierto que hay mucho mercado sur-sur y que esto moderará un poco el impacto, pero los mercados emergentes todavía no pueden reemplazar los dos principales motores del crecimiento global, que siguen siendo Estados Unidos y Europa.
Acaba de viajar a China y está por volver a Asia. Se habla mucho de Estados Unidos y Europa, pero si China se pincha sería un golpe muy duro para los mercados emergentes. ¿Cómo evalúa a la economía china?
–En China hay un ajuste en marcha que por el momento está funcionando. El problema de la inflación no me preocupa tanto. En un país que crece como China, la inflación es inevitable. El problema es más bien de orden político. La autoridad del gobierno se basa en un consenso por el cual suministra crecimiento económico a cambio de paz social. Mientras haya prosperidad no hay problemas, pero si la economía se frena, puede haber turbulencias. Pero insisto en un punto: a pesar de su imponente crecimiento todavía no llegó al punto en que China pueda traccionar toda la economía mundial
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