Dom 18.12.2011
cash

LA DEBACLE DE LAS ECONOMíAS DE LOS PAíSES CENTRALES

Fragilidad del sistema

El retroceso de la demanda efectiva y la debilidad del sistema bancario son dos de los principales factores que están agudizando la crisis de la Zona Euro. El papel de Alemania y Estados Unidos.

› Por Natalia Aruguete

Los intentos denodados de Alemania y Francia por salvar el euro y evitar “un estancamiento en el proceso de integración europeo”, según advierten sus mandatarios, se expresan en una única receta: el ajuste de las cuentas públicas de los países de la Zona Euro para garantizar el pago de sus deudas. Ello se explica, en parte, porque el éxito de la economía alemana “depende de su capacidad de exportar a Europa”, explica el economista Al Campbell. Invitado por el Cemop para dar una serie de conferencias en Buenos Aires, este profesor de la Universidad de Utah, Estados Unidos, dialogó con Cash sobre las causas que ocasionaron la actual gran recesión.

¿Por qué plantea que una crisis como la actual no habría podido darse en el período que usted llama “compromiso de posguerra”?

–En ese tiempo la producción era un círculo virtuoso: los trabajadores recibían salarios con los que compraban bienes y las empresas producían bienes y servicios. Pero además, las empresas hacían inversiones y eso elevaba el nivel de productividad. Eso les permitía, poco a poco, pagar salarios mejores y conservar buenas ganancias, porque esos aumentos de salario eran menores al incremento de la productividad.

¿Hoy cómo se da ese mecanismo?

–Los trabajadores no tienen suficiente dinero para comprar bie-nes y servicios y necesitan pedir prestado y, poco a poco, los consumidores-trabajadores acumulan una gran deuda. Pero también las empresas tienen deudas, especialmente financieras. La gran diferencia es que antes ese circuito se basaba en trabajo, inversiones y productividad de bienes reales. En cambio ahora, la deuda ingresa en todas las formas de producción y consumo. En un sentido técnico, creo, sería posible regresar a tiempos anteriores, pero no en un sentido político y económico.

¿Por qué?

–Porque hay gente con mucho poder que, con el actual sistema, gana mucho más que antes.

¿Podría identificar algunas de las múltiples causas de esta crisis?

–Esta crisis es una interacción entre dos tipos de fragilidades: fragilidad de consumo, no sólo porque los trabajadores no tienen mucho dinero, que también es un problema, sino además porque el dinero que tienen está basado en deuda. La otra fragilidad es del sistema bancario: los bancos ganan mucho por una larga cadena de deuda. De manera que asistimos a la fragilidad del sistema financiero en su totalidad.

Algunos estudiosos de la crisis mundial plantean que hubo, sin embargo, un proceso de proletarización, sobre todo en China e India, y que ello generó un crecimiento de los mercados.

–Eso no va a pasar en el plazo de cinco o diez años. Entre otras cosas, porque con las políticas implementadas en Estados Unidos se reducirá el consumo de sus ciudadanos. Y Estados Unidos representa un sexto del consumo mundial. Si ellos reducen su consumo, sería necesario que otros países incrementen su demanda efectiva para mantener los niveles que teníamos antes de la crisis. Las siguientes tres economías más grandes son China, Japón y Alemania (los tres juntos consumen lo mismo que Estados Unidos), y ellos también están reduciendo los salarios y el consumo en relación con su PBI. Es posible que en China lean a Keynes con mayor inteligencia que en los Estados Unidos, ya que ven la necesidad de elevar el poder de consumo de su gente, porque saben que el modelo que impulsaron en los últimos 15 años no es viable.

¿Cómo analiza la situación de Alemania en una Unión Europea que está en crisis?

–Alemania no tiene suficiente mercado interno. Es un país rico, pero su éxito depende de su capacidad de exportar o reexportar a Europa. Hace diez años, todo el mundo hablaba de Alemania como un fracaso, porque no crecía rápido y su economía se estancaba. Después, los alemanes hicieron campaña para reducir mucho la tasa de incremento de sus salarios, que crecieron a un nivel menor que en Grecia, Portugal y España. El Tercer Mundo hizo grandes cambios después de la crisis ’97/’98. Elevaron mucho sus niveles de reservas para enfrentar los ataques constantes de los especuladores e incrementaron sus exportaciones. Ese fue un problema para Alemania, que tuvo que cambiar su estrategia.

¿En qué consistió ese cambio de estrategia?

–Todas las piezas se combinaron con la formación de la Zona Euro y, como parte de ello, la inhibición de Portugal y Grecia de modificar su tipo de cambio. Eso fue clave para la campaña alemana de incrementar la exportación hacia Europa. Entonces, Alemania ganó, pero endeudó al resto. Estos países ahora no tienen capacidad de devolver y, además, quedaron atados al euro.

¿Por qué ubica la década del ’60 como el momento en que empiezan a darse las transformaciones hacia el modelo neoliberal?

–Durante las tres décadas posteriores a la guerra, el modelo de compromiso de posguerra sirvió porque se pudo aumentar el nivel de vida de los trabajadores y, al mismo tiempo, tener buenas ganancias. Pero en los Estados Unidos, en 1966, empezó una caída de diecisiete años, por lo que necesitaron cambiar su modelo de acumulación. Entre 1947 y 1978, los salarios reales de los norteamericanos se incrementaron poco más del doble, mientras que en los veintiséis años siguientes subieron un 25 por ciento. En ese período hubo un ataque muy serio contra los trabajadores y consumidores en los Estados Unidos. Hoy cerca del 40 por ciento de la población vive “al día”.

Ese amesetamiento salarial vino acompañado por un aumento de la brecha entre ricos y pobres.

–En el período neoliberal, la mitad o más de los trabajadores en los Estados Unidos pierden su nivel de ingreso y, más aún, pierden su nivel de riqueza. En los años ’80, los trabajadores incrementaron sus horas de trabajo o tuvieron más de un empleo. Pero a principios de los ’90 no fue posible físicamente trabajar más horas. Y muchas cosas se combinaron para que esta burbuja empezara. La mayoría de los préstamos no fueron parte del sistema oficial, nosotros le llamamos sistema bancario “en las sombras” (shadow finance). Eso fue gran parte del colapso. Desde principios de esa década y hasta 2007 creció la relación entre el capital que tenían y los préstamos. Por ejemplo, Lehman Brothers llegó a tener un ratio de 32. Por eso digo que para llegar a una gran recesión como ésta es necesario combinar la fragilidad del sistema financiero con la fragilidad de la demanda efectiva

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