LA PERSPECTIVA DEL MERCADO DE CRUDO Y EL VALOR DE LAS NAFTAS
“Los precios son razonables”
El hombre fuerte del Grupo Techint en el negocio energético afirmó que le preocupa la idea de Rodríguez Saá de crear una empresa estatal de petróleo. Evaluó el impacto de la guerra en el mercado.
› Por Cledis Candelaresi
Salvo una prolongación del conflicto en Irak, los petroleros argentinos prevén estabilidad en el precio del crudo y, por consiguiente, pocos cambios en el valor local de las naftas. Según el vicepresidente ejecutivo de Techint, y encargado de las empresas energéticas del holding, Marcelo Martínez Mosquera, la fuente de incertidumbre son las iniciativas de ciertos políticos, como la de Adolfo Rodríguez Saá de crear una empresa estatal de hidrocarburos.
¿Usted piensa que es disparatada la idea de Rodríguez Saá?
–No es disparatada, pero se funda en un error conceptual, que es que el Estado puede competir con la industria petrolera privada, que son 50 empresas que producen en forma eficiente.
¿El Estado no puede competir?
–Ya se comprobó que en Argentina y otros países de Latinoamérica el Estado fracasó en función de empresario. Debe asumir el rol de regulación, legislación y contralor, sin meterse en la actividad empresaria, ya que está probado que las firmas públicas terminan usándose políticamente.
¿Pero no podría una eventual empresa estatal controlar precios compitiendo con el sector privado?
–Creo que para lograrlo el Estado debe adquirir una dimensión que nos lleva a los viejos monopolios estatales. Si el Estado no legisla ni controla, entonces sí podría tener sentido la idea de Rodríguez Saá de avanzar con un emprendimiento estatal. De lo contrario, no es lógico darle a una empresa pública la función de legislar y controlar.
A propósito de controles, ¿el próximo gobierno debería abandonar la política de contener el precio del combustible, por ejemplo para el transporte?
–Las medidas que se toman en situaciones de crisis o emergencia extrema no pueden sostenerse a largo plazo. Soy un enemigo de los gobiernos dirigistas. Prefiero las leyes de la competencia dentro de un entorno claro, determinado por el Estado. Pero debo admitir que en este último año el acuerdo para un gasoil diferencial, por ejemplo, funcionó bien. El precio del petróleo volvió a precios razonables. El promedio en los tres últimos años, sin tener en cuenta la guerra, ha sido de 27,50 dólares. Ahora los precios están regresando a esos valores y hay que tener en cuenta que el productor petrolero en Argentina debe pagar el 20 por ciento de retenciones. Los precios están a nivel razonable y no creo que en el futuro sea necesario volver a tener acuerdos para limitar precios.
¿Cuál es la perspectiva en el mediano plazo del precio del petróleo?
–Creo que en el próximo año estará entre 25 y 30 dólares el barril y en ese orden de precios no debería haber ninguna medida adicional a las que existen hoy. Tener un 20 por ciento de retenciones significa ingresos menores a los que tuvo como promedio de los tres años previos.
¿Qué puede pasar en el mercado después de que la Liga Arabe llamó a limitar la producción para evitar un derrumbe en los precios por la menor producción iraquí?
–Hasta junio el precio permanecerá estable por un acuerdo existente. Pero todo depende de la expectativa que tenga el mundo de la duración de la guerra. Si el mundo piensa que la guerra durará un mes, el precio del petróleo se mantendrá en los actuales niveles. Si se prevé que durará seis meses, el precio comenzará a subir. Porque también hay problemas en Nigeria y en Venezuela; no sólo en Irak.
¿Cree que algunos de los candidatos para las próximas elecciones tiene la voluntad política de revisar el decreto que permite a las petroleras dejar fuera del país hasta el 70 por ciento de las divisas por exportaciones?
–Esa disponibilidad de divisas existe desde que se inicia esta década de inversiones fuertes en hidrocarburos. Sería una señal de inseguridad jurídica si cambiaran esa regla. Si el país está estable, no hay ninguna diferencia entre tener la disponibilidad de divisas y no tenerla. Porque en estabilidad cualquiera podría comprar divisas y girarlas al exterior sin necesidad de arbitraje. Cambiar el régimen sería una mala señal y, además, inútil.
Sería una mala señal para las empresas, pero útil para el Estado.
–Todo tiene su costo. Para el Banco Central, eliminar esta disponibilidad de divisas afuera hubiera sido absurdo. El dólar está bajando.
Es absurdo sólo sobre el supuesto de que a la Argentina no le convenga un tipo de cambio más bajo.
–Le quiero precisar qué significa dejar las divisas afuera. De petróleo crudo, por ejemplo, sólo se exporta el 25 por ciento de lo que se produce en el país. Además, la mayor parte de las empresas reinvierten en lugar de repartir dividendos. Es un tema de señales.
¿Cómo ve la posibilidad de que Defensa de la Competencia apruebe la compra de Pecom Energía por parte de Petrobrás?
–Ya debería estar aprobada. A mí me citaron como hombre de la industria y opiné que hubo operaciones similares de otros inversores extranjeros. Hoy no existe ninguna razón para impedirle a Petrobrás entrar en Argentina. La única duda es la compra de Transener. Pero eso se podría analizar por separado y no detener toda la operación.