Por Fernando Krakowiak

E-volution es una empresa de software y servicios informáticos que exporta tecnología a empresas de México y Estados Unidos. A partir de la devaluación, su facturación en pesos se duplicó. Sin embargo, Javier Cami, CEO de la compañía, relativizó ante Cash las esperanzas de aquellos empresarios que piensan salvarse de un día para el otro exportando. A su vez, remarcó que no hay posibilidad de desarrollar una industria del software sin mercado interno.

1 Con la devaluación, ¿la opción de la industria del software es exportar?

–La exportación se convirtió en una opción interesante para escaparle a la crisis. En nuestro caso la búsqueda de otros horizontes comenzó antes. En abril de 2000 instalamos una oficina en México y en octubre de 2001 otra en Estados Unidos. Eso nos permitió aprovechar mejor el cambio de precios relativos y duplicar nuestra facturación en pesos. No obstante, la devaluación no garantiza el éxito afuera.

2 ¿Ustedes qué servicios ofrecen?

–Nos especializamos en e-business. Trasladamos las estructuras comerciales hacia internet para que los proveedores y clientes puedan interactuar con los sistemas de la compañía. Nuestros analistas de sistemas, programadores, diseñadores y creativos multimedia trabajan en el país. Afuera tenemos oficinas comerciales que difunden las ofertas. Actualmente, el 80 por ciento de nuestra producción está orientada al mercado externo.

3¿Se puede sobrevivir exclusivamente del mercado externo?

–Sin mercado interno la industria del software se muere. Hoy puede haber 20 empresas haciendo polos tecnológicos para vender afuera. Pero para sobrevivir debe haber un desarrollo local, porque mañana te cambia la condición macro y desapareciste. El problema es que ahora la demanda interna no existe. Durante los ‘90, la reconversión tecnológica que encararon las privatizadas permitió que nacieran pymes de tecnología, pero ese motor se acabó. Ahora el Estado podría ser un motor de crecimiento tecnológico.

4 ¿De qué manera puede colaborar el Estado?

–Debería dejar de comprar como lo hizo tradicionalmente. La típica compra es asignarle a una empresa, por ejemplo, un pliego de 50 millones de dólares. Así, los que logran venderle al Estado se hacen millonarios, pero el país no se beneficia. Se deberían articular políticas para que la demanda estatal ayude a generar tecnología exportable.

5 ¿Y las pymes?

–Las pymes tecnológicas hoy exportan el know-how que adquirieron por venderles a las privatizadas. Si el Estado fuera inteligente podría generar un subproducto exportable y de mercado interno. Para ello debería articular modelos de contratación más distribuidos. La industria del software es ciento por ciento valor agregado. No es lo mismo vender maíz que software. Esta industria tiene el sueldo promedio más alto del país.