RESULTADOS POSITIVOS DE LA GESTIóN ESTATAL
Los números de Aerolíneas Argentinas muestran un cambio radical en la situación de la compañía respecto de la que se registraba cuando era administrada por los privados.
› Por Martín Fernández *
En agosto de 2008 el Congreso de la Nación votó la expropiación de Aerolíneas Argentinas por amplia mayoría, que incluyó bancas oficialistas y opositoras. La Ley 26.466 preveía la asunción por parte del Estado de la gestión de la línea de bandera, pero también la instrumentación de las medidas que hicieran falta para “cubrir las necesidades financieras”. El fin establecido en la ley fue “garantizar la continuidad y seguridad del servicio público de transporte aerocomercial de pasajeros, correo y carga; el mantenimiento de las fuentes laborales y el resguardo de los bienes” de Aerolíneas Argentinas.
Esta ley establecía además la elaboración de un “Plan general de negocios, estratégico y operativo de mediano y largo plazo” para ser presentado a la Comisión Bicameral. Cumpliendo con esta pauta, Aerolíneas Argentinas contrató los servicios de Oliver Wyman, reconocida consultora internacional, la cual elaboró un Plan de Negocios que contemplaba la decisión del Congreso Nacional de conservar las fuentes de trabajo (imposibilidad de realizar un típico ajuste) y planteaba, por lo tanto, la expansión de la operación a gran escala para licuar los costos fijos que poseía la línea aérea. Para ello, el gran desafío estaría centrado en la inversión: se diagramó un ambicioso plan de renovación y expansión de la flota, el principal activo de una compañía aérea.
Si bien esta situación preveía el desembolso de importantes sumas de dinero para afrontar semejante proyecto, actualmente se debate la transferencia de recursos del Tesoro a Aerolíneas Argentinas, lamentablemente en la mayoría de los casos, sin previo análisis cuantitativo de las exposiciones que realizan dirigentes con aspiraciones electorales y “expertos” invitados a los programas de radio y televisión.
A continuación se ofrece un análisis de la evolución de la gestión de Aerolíneas a partir de 2008 tomando como fuente sólo los datos de público conocimiento, que están al alcance de cualquier persona: balances de la compañía e informes de gestión presentados al Congreso de la Nación, todos ellos disponibles en la página web de Aerolíneas Argentinas y datos publicados en las páginas web de IATA (International Air Transport Association), OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) y Banco Mundial.
Ante todo debe remarcarse una cuestión: no es correcto computar toda transferencia del Tesoro como una pérdida. Aerolíneas Argentinas ha pasado de operar con 26 aviones en 2008 –valuados en 326 millones de dólares– a 58 aeronaves operativas a septiembre de 2013 –valuadas en 1335 millones de dólares– contando actualmente con 69 aviones operativos, sin mencionar otras tantas inversiones. Esta diferenciación de conceptos (inversión no es igual a pérdida), que parece subestimar al lector, no es una cuestión menor y lamentablemente no suele ser considerada por quienes gustan opinar sobre el tema. En los últimos años la empresa, ahora propiedad de los argentinos, ha experimentado un proceso de capitalización inverso al atravesado en la gestión privada.
La oferta de Aerolíneas Argentinas, medida en ASK (asientos por kilómetro ofrecidos), ha crecido 36 por ciento entre 2008 y 2013 –a una tasa anual acumulativa de 6 por ciento–, registrando en 2013 un incremento interanual de 19 por ciento. Para ese mismo año el crecimiento del conjunto de la industria aerocomercial en América latina ha sido 4,7 por ciento, mientras que en América del Norte fue 2,3 y en Europa, 3. A nivel mundial el crecimiento registrado fue de 4,8 por ciento.
La demanda, medida en pasajeros transportados, ha reaccionado por encima del incremento de oferta: crecimiento de 59 por ciento para el período 2008 a 2013, a una tasa anual acumulativa de 9,7 por ciento. El conjunto de la industria a nivel mundial ha registrado un crecimiento de 37 por ciento para el mismo período, a una tasa anual acumulativa de 6,5.
Antes de finalizar 2014, Aerolíneas Argentinas anunció haber alcanzado los 9 millones de pasajeros transportados. De esta forma, el crecimiento acumulado respecto de 2008 se ubicaría en al menos 71 por ciento, pasando de 5,3 a 9 millones de pasajeros en 6 años.
El crecimiento de la oferta medida en frecuencias es aún mayor, del 83 por ciento entre 2008 y 2013, debido al no prorrateo por kilómetros combinado con una mayor vocación de la compañía por aumentar su oferta en el mercado doméstico, al cubrir todas las provincias del país con al menos un vuelo diario a cada una de ellas.
Sin embargo, restaría ver si estos abultados mejores resultados de Aerolíneas respecto del resto de la industria se vieron acompañados por una mayor eficiencia en la gestión. Esto es, verificar las cifras monetarias.
Los ingresos de la compañía, que en 2008 eran 1099 millones de dólares, superaron los 2000 millones en 2013 registrando un record histórico para Aerolíneas. El crecimiento de los ingresos (82 por ciento) por encima del crecimiento de la demanda (59) en el período analizado indica que la empresa no sólo estaría vendiendo más sino mejor (incremento del índice “yield”, que se utiliza en la industria para medir el ingreso por pasajero).
Al observar los balances se advierte que para el período 2008-2013 el pasivo de la línea aérea medido en pesos se ha duplicado, mientras que el activo se ha sextuplicado. Esta relación determinó que el Patrimonio Neto sobre Activo (ratio de cobertura del activo total por capitales propios), que en 2008 presentaba una brecha de -223 por ciento, haya pasado a ser sólo -15 al cierre de 2013 (fuerte tendencia al autosostenimiento).
El margen de utilidad de Aerolíneas Argentinas (utilidad Bruta/Ingresos por servicios) ha pasado de -8 por ciento en 2008 a 11 en 2013.
El déficit de la línea aérea ha pasado de 858,9 millones de dólares en 2008 a 250,5 millones en 2013 (última proyección presentada), lo cual representa una mejora de 71 por ciento. Debido al notable crecimiento de la facturación de la compañía de los últimos años, al analizar el déficit en relación con los ingresos la mejora es aún más significativa: -78 por ciento en 2008 vs. -12 en 2013.
Como nota de color, la empresa ha anunciado recientemente que sus últimos cálculos indican que los aportes que Aerolíneas Argentinas realiza al Estado vía impuestos superan en más de 17 por ciento a las transferencias que recibe del Tesoro, resultando un aporte neto a las arcas del Estado de más de 600 millones de pesos.
Los números disponibles muestran la contundencia de los efectos de la planificación y de la inversión pública en la evolución de la línea aérea de bandera. Y, como agregado, las últimas estimaciones estarían demostrando que las transferencias que recibe Aerolíneas son devueltas con creces. Todo esto sin considerar el efecto expansivo que genera en las economías regionales la oferta de una línea aérea.
Independientemente de los datos, la denostación de la gestión de la línea aérea suele esconder, tímidamente, ciertos paradigmas que la clase dirigente conservadora mantiene respecto del rol del Estado en la economía argentina. Lo mínimo que deberíamos exigir es el sinceramiento en este sentido y la lectura y análisis de los números que están al alcance de todos los ciudadanos por parte de quienes pretenden gobernarnos.
* Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
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